El Rayo forma parte de la flota más moderna de la Armada. Y a partir de ahora operará desde La base Naval de Las Palmas. Su primera prueba: cruzar el Atlántico.
35 tripulantes, 2800 toneladas, 94 metros de eslora, un helipuerto, y armamento suficiente para cualquier operación.
Su tecnología, eminentemente española, es la más avanzada. El comandante, desde su puesto, tiene acceso a toda la información del buque. Cada uno de los tripulantes lleva una tarjeta que permite monitorizar sus movimientos. Por todo este equipamiento este barco cuesta 90 millones de euros. A partir de febrero de 2012 se incorporarán a esta flota los buques Tornado y Relámpago, que todavía se están construyendo.