Calor y humedad son el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de bacterias por ello el verano es la época del año en la que más intoxicaciones alimentarias se producen.
Huevos y salsas los alimentos más peligrosos una correcta manipulación es fundamental para no ser víctimas de una gastroenteritis o una salmonelosis.
En los restaurantes la preservación gracias al calor y el frío es una constante también la limpieza.
En casa también se debe extremar las precauciones cualquier pequeño descuido puede hacer que una increíble comida termine en urgencias.