Los empresarios explican que los bajos salarios que se cobran en Canarias responden a que tenemos muy pocas empresas dedicadas a la industria, por lo que la cualificación de los trabajadores es menor.
De ahí que tampoco aplaudan la reforma de la negociación colectiva que ayer se aprobaba en el Congreso de los diputados, gracias a las abstención de Coalición Canaria y otras formaciones y que contempla, entre otros puntos, que el despido cueste menos y que la subida salarial dependa de la productividad de cada empresa, y no del IPC, es decir, la subida de precios. Los sindicatos creen que esto deja el tema exclusivamente en manos de los empresarios.
Mientras los sindicatos hablan de fraude al trabajador, los empresarios opinan que esta reforma nos acerca más a la situación actual del resto de Europa.