Según el juez, los dos técnicos debieron seguir investigando la avería. Para los familiares de las víctimas se está culpando del accidente al eslabón más débil de la cadena de seguridad. Mary Cabrera, que perdió a dos hijas y a su nieto en el accidente, esto es un duro golpe, porque considera que se complica el conocer la verdad. Y va más allá.
No entiende porqué el juez ha levantado la imputación a los tres directivos de Spanair y limita la imputación a los técnicos de mantenimiento.
La Asociación de afectados del JK 5022 está indignada, al considerar que ahora costará más hacer justicia.
No es una sentencia pero es un auto que cierra la fase de instrucción, que era clave para desvelar lo que ellos denominan una cadena de errores.