Es el llanto de uno de los testigos al recordar las prácticas sexuales que mantenía con los monitores del gimnasio de kárate de Torres Baena, tanto el chalé de Vargas como en el propio gimnasio. Protegidos por un biombo, dos testigos han declarado esta mañana que Fernando Torres Baena les aseguraba que el sexo era bueno para ser campeón.Antes de entrenar, el saludo era un beso en la boca.Los testigos, menores de edad cuando ocurrieron los hechos, acusan al dueño del gimnasio de manipularlos.Los cuatro monitores que se sientan en el banquillo de los acusados se enfrentan a más de 300 años de cárcel.