De la antigua industria azucarera de Canarias, cuando se exportaban toneladas a los mercados europeos, hoy sólo quedan pequeños reductos, como esta finca del valle de Mogán. Tan sólo se corta la caña un día al año. Y los 1.500 kilos que produce esta explotación sólo tienen un destino: la fiesta de la caña dulce de Jinámar del próximo 8 de diciembre. La división del trabajo está bien definida: las mujeres cortan y los hombres carganTan testimonial que ni siquiera se usa para fabricar ron.Vestigios de los ingenios azucareros de hace cinco siglos son estos recipientes encontrados en Agaete en febrero del año pasado.