Desarrollan un plan pionero que se está llevando a cabo en el Hospital de La Fe de Valencia para facilitar la donación de órganos en pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
Los que estén en una fase muy avanzada de la enfermedad pueden solicitar que se les retire el tratamiento y se les sede para después donar sus órganos. Es lo que acaba de hacer Carmen.
"Estoy a punto de subir a una ambulancia dirección Valencia, este es un viaje de ida sin regreso, pero estoy tranquila, en paz y en cierto modo feliz", señala Carmen.
Así comienza la carta de despedida de Carmen, diagnosticada de ELA hace dos años, una mujer que se autodefinia como alegre, agradecida, extrovertida, aficionada al deporte y a muchas más cosas de las que se acaba de despedir.
"Adiós a jugar al pádel, al grupo de baile, al senderismo y mi empresa. Cada día la ELA me robaba un poco de mi vida". Y por eso acaba ingresaba en el hospital, sin la intención de salir de él.
El jefe de servicio de coordinación de trasplantes del hospital de la Fe, Juan Galán Torres, indica que "se la seda porque tiene una enfermedad terminal incurable".
Por lo que Carmen ha decidido por este método morir sin sufrimiento ya que esto no se considera eutanasia.
Galán señala que "la eutanasia significa que se le produce la muerte de forma intencionada, aquí se retira el tratamiento y la persona muere porque la enfermedad la lleva a fallecer".
Además gracias a este programa pionero puede donar sus órganos, como ella quería y contaba en que nos confiesa que no ha sido una decisión difícil porque su vida, decía, se la ha arrebatado la ELA.
Pide una última cosa, y es que el 22 de diciembre cuando no nos toque el gordo y resignados con tener salud sigamos con los preparativos de Nochebuena nos acordemos de sus palabras y nos sintamos afortunados.