La ballena que fue avistada el miércoles en la costa de San Sebastián ha aparecido varada en la playa de La Concha, donde ha fallecido, ha informado el vicepresidente de la Asociación para el Estudio y la Conservación de la Fauna Marina (Ambar), Enrique Franco.
Según Franco, se trata de un ejemplar de rorcual común, de 16,6 metros de longitud y unas 20 toneladas de peso, que en las últimas horas se había acercado al litoral donostiarra posiblemente debido a algún tipo de enfermedad, ya que la ballena se encontraba "muy delgada".
El experto, que aún no ha podido determinar el sexo del rorcual, ha aclarado, no obstante, que hasta que no se practicada la necropsia no será posible determinar las causas de la muerte porque, para una ballena, el sólo hecho de permanecer varada puede causarle la muerte por asfixia, ya que cuando están fuera del agua el gran peso de estos animales les oprime los pulmones y les impide respirar.
Numerosos turistas se han acercado a la zona del Pico del Loro
El cetáceo, que no presenta heridas externas o signos de violencia, se encuentra en estos momentos en las proximidades del Pico del Loro (una formación rocosa que separa de forma natural las playas de La Concha y Ondarreta), custodiado por agentes de la Policía Municipal donostiarra que han acordonado la zona a la espera que el Ayuntamiento determine la forma en que será retirado, probablemente en algún momento de pleamar.
Al lugar han acudido numerosos curiosos y turistas que pasan el puente festivo en San Sebastián para sacar fotografías del enorme animal desde la barandilla de La Concha, algunos de los cuales también se han animado a bajar a la playa para aproximarse lo máximo posible a la ballena fallecida.
Franco ha explicado que ahora se plantean tres posibilidades, ya que el cetáceo podría ser traslado a un vertedero, enterrado o incinerado. Según informó ayer el Aquarium de San Sebastián, el rorcual común, también conocido como ballena de aleta, es la segunda ballena más grande del planeta después de la azul, ya que puede llegar hasta los 27 metros de longitud.
La semana pasada, el cadáver de otra ballena, de más de quince metros, fue hallado en la playa Las Fuentes, del pueblo de Santillán (San Vicente de la Barquera). El último gran cetáceo varado en la costa guipuzcoana fue un cachalote de unos quince metros que apareció muerto en la playa de Zarautz el 26 de agosto del año pasado.