Galicia

Ballenas azules y jorobadas en las Rías Baixas: un espectáculo natural cada vez más frecuente

Científicos gallegos estudian a los gigantes del mar con ADN ambiental y drones.

Ballenas azules y jorobadas en las Rías Baixas: un espectáculo natural cada vez más frecuente

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Ver una ballena azul (Balaenoptera musculus), el animal de mayor tamaño del planeta, en las aguas del litoral gallego constituía un suceso extraordinario hace unos años. Hoy, sin embargo, la presencia de estos cetáceos en la costa de las Rías Baixas empieza a ser menos insólita, al igual que la de las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae). En los últimos tiempos, los avistamientos se han multiplicado y la comunidad científica se ha volcado en estudiar este fenómeno.

Un equipo del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) y del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC), en colaboración con la asociación EDMAKTUB, ha llevado a cabo una campaña pionera para analizar la presencia y el comportamiento de las ballenas en aguas de Galicia. Durante la primera quincena de septiembre, los investigadores recopilaron datos con tecnología de vanguardia. La campaña RorquGAL forma parte del proyecto europeo EMPHATIC (E-DNA, Microbiomes, Photogrammetry and Hormones - Assessment Techniques In Cetaceans), coordinado por el IIM-CSIC.

Por qué las ballenas eligen Galicia

El litoral de las Rías Baixas parece haberse convertido en un punto clave para las rutas migratorias de los rorcuales comunes (Balaenoptera physalus), las ballenas jorobadas e incluso la majestuosa ballena azul. El motivo es sencillo: alimento en abundancia.

Las corrientes marinas y la productividad biológica de la zona hacen que estas aguas sean ricas en krill, especialmente Meganyctiphanes norvegica, un pequeño crustáceo que constituye la base de la dieta de estos animales. Gracias a ecosondas y al software de navegación TimeZero, los investigadores han podido detectar en tiempo real las concentraciones de krill y mapear la actividad alimentaria de los cetáceos.

ADN ambiental y drones para conocer mejor a las ballenas

Uno de los principales avances de esta investigación es el uso del ADN ambiental: los científicos recogen muestras de agua y analizan el material genético dejado por los cetáceos, lo que permite identificarlos sin necesidad de capturarlos ni interferir en su comportamiento.

Además, se han utilizado drones para capturar imágenes y recoger muestras del microbioma del tracto respiratorio de las ballenas. “El análisis del ADN ambiental y el uso de drones nos ofrecen información hasta ahora desconocida. Esto nos permitirá caracterizar la población que visita las aguas gallegas, estudiar su conectividad y patrones de migración, así como su estado de salud”, explica Camilo Saavedra, investigador del Centro Oceanográfico de Vigo del IEO y responsable de la campaña.

Más de 200 ballenas identificadas y un avistamiento extraordinario

El equipo de científicos ha logrado identificar, mediante imágenes aéreas de dron, más de 200 rorcuales diferentes en el mar de las Rías Baixas. Pero la gran sorpresa fue el avistamiento de una ballena azul acompañando a un grupo de rorcuales comunes. Un suceso excepcional que reafirma la importancia de Galicia como un punto clave en la ruta migratoria de estos colosos marinos.

Junto a los rorcuales y la ballena azul, también se han avistado ballenas jorobadas, reconocibles por sus espectaculares saltos fuera del agua. Estos avistamientos ponen de manifiesto que las Rías Baixas no solo son un refugio temporal para estos gigantes, sino un verdadero santuario de biodiversidad marina.

Un futuro por descubrir

Que las ballenas hayan convertido Galicia en una de sus paradas migratorias plantea nuevas preguntas: ¿seguirá aumentando su presencia en los próximos años? ¿Es un indicio de cambios en las rutas migratorias debido a la crisis climática? ¿Cómo podemos garantizar que este santuario natural se mantenga en el tiempo?

Las Rías Baixas se han consolidado como un punto clave en el viaje de estos gigantes marinos gracias a la riqueza de sus aguas. La combinación de corrientes oceánicas, afloramientos de nutrientes y una biodiversidad única convierten esta zona en un verdadero paraíso para los cetáceos. Sin embargo, este equilibrio es frágil. El impacto del ser humano en los ecosistemas marinos es innegable: el cambio climático, la contaminación por plásticos o el tráfico marítimo pueden afectar no solo la presencia de ballenas, sino la salud de todo el ecosistema.

La comunidad científica insiste en la importancia de proteger estos hábitats para asegurar la continuidad de este fenómeno natural. Por ahora, lo cierto es que cada año, en las aguas del Atlántico gallego, se repite un espectáculo natural digno de los grandes documentales. Rorcuales, ballenas jorobadas y, de forma cada vez más frecuente, ballenas azules se alimentan en un festín de nutrientes que les ofrece el océano.

Un recordatorio de que el mar esconde todavía secretos y que las Rías Baixas se han convertido en un lugar privilegiado para descubrirlos.

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