Científicos canarios entrenan a la Inteligencia Artificial cruzando datos de telescopios de todo el mundo

Entrenan a la IA para que sea más general, más autónoma y más eficiente, lo hacen gracias a la astrofísica a base de un volumen de datos descomunal, los que les proporcionan la información recogida por telescopios de todo el mundo.

Gracias a ellos han creado una base de datos gigantesca, abierta y gratuita que permitirá mejorar y acelerar el trabajo de científicos de todo el mundo que ahora pueden trabajar con datos de telescopios terrestres y solares diferentes, combinando la información que estos recogen.

Todos los datos están en un sitio común donde se comparten para que sirvan para entrenar redes neuronales. Hasta ahora tenían que tratar y analizar esos datos por separado pidiendo tareas muy concretas a la Inteligencia Artificial. Pero una de las grandes ventajas de esta iniciativa es que gracias a ese gran volumen de datos (sin problemas éticos porque son datos del espacio) podrán desarrollar redes neuronales y modelos para entrenar a la Inteligencia Artificial y que pueda responder a problemas complejos.

Una base de datos que podría revolucionar el conocimiento del universo

“De esta manera, con un sencillo enunciado, los conocidos como prompts de chat GPT, la Inteligencia Artificial pueda realizar muchas tareas distintas sin necesidad de haberla entrenado específicamente para ello”. Así lo explica Marc Huertas que es astrofísico del Instituto de Astrofísica de Canarias y uno de los integrantes del equipo coordinador de este proyecto que estos días está presentando la iniciativa a nivel mundial en la Conferencia Internacional sobre IA y realidad virtual que se celebra esta semana en Vancouver, Canadá.

Esta colaboración entre el IAC y la inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar nuestra comprensión del universo pero además, a través de esta colaboración, los científicos de todo el mundo están utilizando la inmensa cantidad de datos recopilados por sus telescopios para entrenar a potentes algoritmos de aprendizaje automático.

“Lo que pretendemos es que la nueva generación de IA sea capaz de hacer muchas tareas sin haberla entrenado específicamente para ello y nuestro gran volumen de datos nos permite hacerlo sin la problemática que suponen los datos sensibles sometidos a problemas éticos”, cuenta Huertas.

Y ante uno de los grandes desafíos que supone el uso de la Inteligencia Artificial, Marc Huertas asegura que disponen de muchos cortafuegos de verificación y además confían en que esta iniciativa desarrolle métodos que contribuyan a aumentar la confianza en la comunidad científica en el trabajo con la IA

A través de esta colaboración, los científicos del IAC están utilizando la inmensa cantidad de datos recopilados por sus telescopios para entrenar a potentes algoritmos de aprendizaje automático. La iniciativa del IAC es un ejemplo de cómo la tecnología puede impulsar el avance científico.

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