Cocina

La cocina del rayo: un nuevo sistema permite preparar alimentos de manera rápida y barata.

El revolucionario sistema somete a los alimentos a una descarga eléctrica, no se necesitan aceites ni grasas y se mantienen los jugos en el interior. Además de rápida es eficiente con un gasto 180 menor que una placa convencional y apenas contaminante

La cocina del rayo, la técnica de cocina más rápida conocida

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El cerebro humano se comunica mediante impulsos eléctricos que conectan sus neuronas. Electricidad a modo de pequeños rayos que son los responsables de que podamos sentir, pensar, actuar y general ideas geniales. Ideas como la surgida de la mente del doctor en física y colaborador habitual de la NASA, Eneko Axpe, la de cocinar usando la electricidad generada por un rayo. Y todo surge contemplando los efectos causados por una descarga de un relámpago en una estatua junto al restaurante Garena (Dima, Vizcaya) de su amigo, el cocinero Julen Baz. ¿Se puede cocinar con un rayo? Es la pregunta que se planteó, como cuentan que Newton hizo tras caerle una manzana para pensar en la gravedad, a Eneko "se le encendió la bombilla al ver esa imagen". Pues la respuesta está en los números y los cálculos que realizó allí mismo. "Los resultados eran claros, se puede cocinar con una descarga de voltaje sobre un alimento", cuenta Eneko. De esa genial, revolucionaria y alocada idea ha surgido la posiblemente manera de cocinar más rápida de la historia. La electrococina o electrococción, que es rápida, eficiente y sostenible.

Un concepto sencillo

Cuando cuentan que van a someter a un alimento a la acción de una descarga eléctrica, piensas que van a electrocutarlo, y así es, pero de manera controlada. Ese concepto físico requiere una explicación para los poco versados en el tema. "El concepto es muy sencillo y muy loco a la vez: en una placa eléctrica hay una resistencia que se calienta por una diferencia de voltaje. Ese calor se transmite a la sartén que también se calienta y esta lo trasfiere al alimento. Nosotros lo que hacemos es eliminar todos esos pasos y utilizar la resistencia eléctrica del propio alimento" no explica Axpe. "Conseguimos que sea energéticamente súper eficiente, solo se calienta el alimento, no las placas que siguen frías y súper rápido. Creemos que es la técnica de cocina más rápida que existe, incluso podríamos aventurarnos a decir que es la más rápida de la historia" apuesta el joven ideólogo de esta propuesta.

Sirve un enchufe normal

"Yo pensaba que sería necesaria una corriente eléctrica muy intensa, pero al realizar los cálculos estos indicaban todo lo contrario. Al final se pueden enchufar en cualquier enchufe normal y aun así hay que reducir el voltaje que traspasa al alimento. Para conseguir las temperaturas tan altas, las resistencias eléctricas, por esa diferencia de voltaje, hacen que se muevan los electrones al pasar por ella y se calientan. El efecto Joule es un fenómeno por el que los electrones en movimiento de una corriente eléctrica impactan contra el material a través del cual están siendo conducidos. La energía cinética que tienen los electrones se convierte entonces en energía térmica, calentando el material por el que circulan. Por ese efecto se calienta el alimento y solo el alimento".

De la teoría, de esos cálculos realizados en un folio, había que trasladarlo a la práctica. Para ello acudieron a pedir ayuda a un amigo experto en electrónica, Jon Sola. "Cuando me plantearon la idea pensé: si esto no lo ha hecho nadie antes será porque no se puede hacer, tiene que tener algún inconveniente. Pero a medidas que íbamos haciendo pruebas y salían bien dijimos vamos para adelante y aquí estamos", nos comenta este experto en seguridad.

Diseño italiano

El funcionamiento es muy sencillo. “Es como los circuitos que nos enseñaban en el colegio, el más básico que todos hemos hecho o dibujado con una bombilla, aquí el alimento sería esa bombilla que cierra ese circuito”, nos explica Sola. Ahora tocaba pasar del rudimentario prototipo a uno más avanzado, al menos estéticamente. “Ya sabíamos que funcionaba, lo habíamos comprobado, pero había que hacer algo más presentable. Un diseñador italiano nos creó un segundo prototipo, que ahora está roto con tantas pruebas. El tamaño de la futura "máquina" puede variar y es sencillo adaptarlo a cualquier tamaño.

Las primeras pruebas no fueron satisfactorias pero muy clarificadoras. "Primero empezamos sometiendo a los alimentos al contacto con unos electrodos, pero solo por los extremos. Veíamos solo se cocinaba en los puntos donde existía contacto y decidimos que era mejor agrandar la superficie de contacto. Elegimos unas placas de metal (de acero inoxidable porque no contamina y es el más sano) en el esqueleto de una sandwichera vieja, se pone el alimento en medio, se baja la tapa y empieza a pasar la electricidad a través del alimento. Es muy sencillo", nos cuenta Jon. Pese a que se utiliza una corriente de 220v, la estándar en cualquier inmueble, han tenido que incorporar un potenciómetro para regular el voltaje "porque no debe ser excesivo porque puede llegar a quemarlo".

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