¿Una copa de vino al día es buena para la salud?

Una copa de vino. Un gesto tan cotidiano es el comienzo de un momento que asociamos con una comida placentera y una buena charla entre amigos. Asimilamos que una copa de vino completa el maridaje perfecto para disfrutar de una reunión social e, incluso, alguien apuntará a que rigurosos estudiosos confirman sus beneficios para nuestra salud. La primera reacción puede ser la de aceptarlo sin dudas. El vino forma parte de nuestra cultura gastronómica y esta hipótesis nos encaja, pero, como siempre, preferimos contrastarlo con especialistas.

La respuesta del doctor Manuel Viso es tajante: "No hay consumo de alcohol seguro. El único consumo de alcohol seguro es el consumo cero". Partimos de un dato esclarecedor. El alcohol es responsable del seis% de las muertes en el mundo y aumenta el riesgo de padecer cáncer, enfermedades de hígado e infartos. "Hay más de 200 enfermedades que se asocian al consumo de alcohol", puntualiza el doctor Viso.

La estadística zanja cualquier duda y ningún médico va a recomendar iniciarse en el consumo de alcohol. Si analizamos esa copa de vino sí podemos encontrar propiedades positivas en circunstancias muy restringidas. A partir de los 45 años en hombres y de los 55 en mujeres contribuye a reducir el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Se relaciona con personas que no tienen un consumo adictivo sino moderado, limitado a una copa de vino tinto para las mujeres y dos para los hombres a la hora de la comida o la cena.

La explicación está en los polifenoles del vino, sustancias con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Pero, si queremos antioxidantes es mejor consumir frutas, hortalizas. "Sobre todo uvas y arándanos que tienen mucho mas resveratrol", asegura el divulgador médico Manuel Viso. En conclusión, esa copa de vino que puede tener compuestos con efectos positivos para nuestro organismo no debe sustituir a la ingesta de alimentos saludables en una dieta equilibrada.

El beneficio potencial de una bebida con contenido alcohólico es mínimo en comparación con el riesgo que implica un consumo abusivo. Recuerda, la clave está en la moderación. Disfrutar de un buen vino va unido a un estilo de vida equilibrado y a un ejercicio personal de responsabilidad.

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