Premio Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad
El CRAM: los guardianes del Mediterráneo que rescatan y salvan la fauna marina
La Fundación CRAM (Centro de Recuperación de animales marinos), actúa como UVI móvil del mar en las aguas mediterráneas.
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Da igual que sea Nochebuena o Año Nuevo. A cualquier hora y cualquier día, los equipos veterinarios del CRAM (Centro de Recuperación de Animales Marinos) acuden inmediatamente al rescate de cualquier animal marino herido. Su estrecha colaboración con los pescadores hace que estos les avisen cuando un animal —tortuga, ave o cetáceo— cae en sus redes, es golpeado por una hélice o lo encuentran perdido o herido.
El CRAM está situado en la Playa del Prat, en Barcelona, y desde allí se desplazan allá donde se les necesite, ya sea por aviso del 112, de los pescadores o de cualquier ciudadano que lo solicite.
El CRAM: un laboratorio de la contaminación en el Mediterráneo
Elsa Jiménez, directora del CRAM, nos cuenta que son una especie de "ambulancia del mar", donde trabajan profesionales altamente especializados en la atención de animales marinos. Recuperan más de 50 tortugas marinas al año, atienden a unos 10 cetáceos —entre delfines y ballenas— y rescatan decenas de aves marinas heridas de diversas especies.
Elsa dirige este hospital marino, que cuenta con numerosas piscinas y cubetas para sus pacientes. Afirma que el 80% de las tortugas marinas que recogen defecan o vomitan restos con microplásticos, un dato alarmante sobre el nivel de contaminación del mar Mediterráneo.
Cuando acudimos al CRAM, están atendiendo a Pepita, una enorme tortuga hembra de unos 50 kilos de peso con el caparazón gravemente dañado, aparentemente por el impacto de una hélice o de otra parte de una embarcación. Lucía Garrido Sánchez, responsable clínica y de rescate del CRAM, le está realizando curas junto a otros especialistas en veterinaria.
Nos muestra que la herida en el caparazón es tan profunda que podría haber dañado la médula espinal de la tortuga, lo que afectaría la movilidad de sus patas traseras e impediría que nadara. Sin embargo, gracias a los cuidados del equipo, Pepita está en proceso de recuperación y confían en poder liberarla en unos meses.
"Salvar a Pepita": una de las misiones más delicadas del hospital marino
El compromiso del CRAM con la conservación de la fauna marina mediterránea le ha valido el prestigioso Premio a la Conservación de la Biodiversidad 2024, otorgado por la Fundación BBVA. Se trata del mayor reconocimiento en esta categoría a nivel medioambiental, tanto a nivel nacional como internacional.
Su directora, Elsa Jiménez, recogerá el galardón en Madrid el próximo 19 de febrero. Sin embargo, para el equipo del CRAM, el mejor premio es ver a los animales que han rescatado regresar sanos y salvos al Mediterráneo. Hasta el próximo aviso. Los guardianes de la fauna marina, siempre en alerta.
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