Representación de la cabeza de un saurópodo

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USANDO LOS RESTOS FÓSILES ENCONTRADOS EN 2007

Los restos de un ampelosaurus hallado en Cuenca permiten la reconstrucción de su cerebro en 3D

Los ampelosaurus son dinosaurios de enormes dimensiones, pero con un cerebro poco desarrollado. En el año 2007 se encontraron en Cuenca restos fósiles de esta especia que, sin embargo, pocas coincidencias guardaban con los restos de los que hasta el momento eran los únicos ampelosaurus conocidos, los 'atacis' descubiertos en Francia.

Restos del ampelosaurus encontrados en 2007 en el yacimiento paleontológico Lo Hueco, en Fuentes (Cuenca) han permitido la reconstrucción en 3D del cerebro de este animal, según una investigación en la que han participado investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CSIC).

El trabajo, publicado este miércoles en la revista 'Plos One', se ha llevado a cabo sobre estos fósiles de hace unos 70 millones de años, es decir, del Cretácico superior.

Hasta ahora, sólo se conocía una especie del género, Ampelosaurus atacis, que se descubrió en Francia. Sin embargo, las diferencias entre los fósiles españoles y los franceses no descartan que podría tratarse de especies distintas. El investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) Fabien Knoll, director de la investigación, cree que se necesitan más fósicles para establecer que se trata de una nueva especie", por lo que el equipo ha identificado la muestra como Ampelosaurus sp., que deja abierta su identidad específica.

Los ampelosaurus pertenecen al grupo de los saurópodos, dinosaurios de gran tamaño que se asentaron ampliamente durante la era Mesozoica, que comenzó hace 253 millones años y finalizó 66 millones de años. Más precisamente, se trata de un titanosaurio, un grupo de animales que se alimenta de plantas que fueron dominantes durante la última mitad del Cretácico (último período del Mesozoico), puesto que los primeros saurópodos aparecieron 160 millones de años antes que el ampelosaurus. Sin embargo, a pesar de ser el fruto de una larga evolución, el cerebro del ampelosaurus no muestra ningún desarrollo notable.

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