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Preservada en ámbar
Descubren una araña de hace cien millones de años con una rara particularidad: tenía una larga cola
El insecto se parece a una araña, pues cuenta con colmillos, pedipalpos, cuatro patas para caminar y pinzones hiladores en la parte posterior, pero también cuenta con una cola larga, algo inexistente en las arañas vivas. Podría tener ahora descendientes en Myanmar.
Una nueva especie de arácnido de hace cien millones de años, similar a una araña con cola y correspondiente al Cretáceo medio, ha sido descubierta en ámbar de Myanmar (Birmania), informa la revista Nature Ecology & Evolution.
El hallazgo lo hizo un equipo internacional encabezado por Paul Selden, del Instituto de Paleontología y del Departamento de Geología de la Universidad de Kansas (EE.UU), junto con colegas de China, Alemania y Estados Unidos.
"Había mucho ámbar en el norte de Myanmar y su interés aumentó hace diez años cuando se descubrió que este ámbar corresponde al Cretáceo medio; por lo tanto, todos los insectos hallados en él eran más antiguos de lo que se pensó en un principio", dijo Selden.
El nuevo insecto se parece a una araña al contar con colmillos, pedipalpos (el segundo par de apéndices de los arácnidos), cuatro patas para caminar y pinzones hiladores en la parte posterior, explican los expertos. No obstante, agregan, también tiene una cola larga, algo inexistente en las arañas vivas, si bien algunos parientes de las arañas, las vinegaroons, tienen un flagelo anal.
Este nuevo hallazgo confirma las predicciones hechas hace unos años por Selden y sus colegas al describir un arácnido similar, parecido a una araña pero sin pinzones hiladores. "Los que habíamos reconocido anteriormente eran diferentes, en el sentido de que tenían una cola pero no pinzones hiladores", señaló Selden en la revista científica británica.
"Es por ello que la nueva -especie- es realmente interesante, además de que es más joven (...). En nuestro análisis, estaría entre la más vieja que no desarrolló pinzones y la araña moderna que perdió la cola", agrega.
Este nuevo arácnido ha sido denominado Chimerarachne y, según los investigadores, es difícil determinar su comportamiento diario. "Solo podemos especular que, debido a que quedó atrapada en ámbar, asumimos que vivía entre troncos de árboles", afirmó el investigador.
Si bien este arácnido con cola era capaz de producir seda debido a sus pinzones hiladores, es poco probable que haya construido telas de araña para atrapar insectos como las especies modernas. El experto subraya que, debido al hábitat remoto de esta araña, es posible que tenga descendientes en Myanmar. "Nos hace pensar sobre si estas (arañas) viven hoy. No las hemos encontrado, pero algunos de estos bosques no están bien estudiados, y se trata de una criatura diminuta", recalcó.
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