Se llama Totas y es el último cometa descubierto por la Agencia Espacial Europea. Un hallazgo realizado desde el observatorio del Teide. Los astrónomos lo encontraron el pasado 1 de febrero, casi por casualidad, en un proyecto de vigilancia de los objetos que podrían chocar con la Tierra. Se mueve entre las órbitas de nuestro planeta y Júpiter.
Se trata de un objeto pequeño, de apenas unos kilómetros de diámetro y muy lejano, pero de una gran importancia. Este cometa forma parte de lo que los científicos califican como fósiles de la formación del sistema solar. Por lo tanto conociendo su composición podríamos saber cómo fue aquella nube primigenia que formó nuestro sistema solar.
El próximo mes de noviembre la Agencia Espacial Europea llevará a cabo una importante misión: colocar una nave sobre la superficie de un cometa de características similares al que ahora acaban de descubrir.