El diagnóstico tardío de la enfermedad celiaca en los niños puede provocar una serie de complicaciones en la adolescencia y la edad adulta como, por ejemplo, la aparición de diabetes, problemas en el tiroides y el hígado, anemia, cansancio, infertilidad u osteoporosis, según ha informado la doctora de la Sociedad Española de Gastroenterología Pediátrica, Carmen Ribes, con motivo de la celebración del Día Nacional de la Celiaquía.
Se trata de una enfermedad autoinmune común que está causada por una reacción anormal al gluten, proteína que se encuentra en el trigo, cebada y centeno, y que puede presentarse a cualquier edad, si bien en los bebés daña de forma importante el revestimiento del intestino delgado. Al igual que el resto de patologías autoinmunes los casos están aumentando de forma importante tanto en España como en el resto de países europeos, estimándose que ya afecta a uno de cada 100 niños.
La celiaquía suele detectarse fácilmente ya que se suele caracterizar, especialmente en los menores de seis años, por dolores en el abdomen, diarrea o pérdida de peso. No obstante, la doctora Ribes ha avisado de que hay otras formas de la enfermedad que son difíciles de diagnosticar porque no presentan síntomas claros, por lo que ha destacado la importancia de que ante cualquier sospecha se acuda al pediatra o al médico de Atención Primaria y que, además, estos profesionales realicen cuanto antes el test para detectar o no la enfermedad.