La 'startup' Golden Spike, que ha sido promovida por extrabajadores de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA), tiene previsto realizar viajes comerciales a la Luna, con un coste de unos 1.160 millones de euros (1.500 millones de dólares) por expedición.
"Nuestra visión es crear un sistema fiable y asequible de transporte humano lunar comercial y con sede en Estados Unidos", ha explicado el antiguo director de vuelo de Apolo Gerry Griffin, que ejerce de director ejecutivo de la empresa.
Las expediciones utilizarán cohetes y naves espaciales existentes, actualmente en desarrollo, para llevar astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). En función del número de clientes, Golden Spike ha asegurado que podría estar lista para volar en 2020. No obstante, no ha revelado ningún dato sobre contratos existentes o pendientes con clientes y proveedores.
Esta primera misión requeriría una inversión de entre 5.415 y 6.190 millones de euros (7.000-8.000 millones de dólares), según ha adelantado el presidente de Golden Spike, el antiguo vicedirector de los programas científicos de la NASA Alan Stern.
El coste se sucesivas misiones se reduciría a cerca de 1.160 millones de euros para dos personas durante dos días, según ha subrayado. "Esto va a cambiar las reglas del juego completamente. Podríamos lanzar misiones lunares por el coste actual de una misión robótica de la NASA", ha añadido.
Stern tampoco ha querido precisar cuántas misiones necesitará vender la compañía para obtener beneficios. "Si vendemos tres o cuatro será insuficiente, tenemos que vender más, pero no tenemos que vender números absurdos", ha aseverado.
En este esquema, los potenciales clientes de la compañía son agencias espaciales, corporaciones, institutos de investigación y multimillonarios. De hecho, un estudio de mercado muestra que 15 a 25 naciones podrían permitirse este tipo de misiones. "Podemos hacer que, para países medianos como una Corea, Indonesia o Sudáfrica, sea asequible estar en el negocio de la exploración lunar, porque les costaría mucho más inventar esa capacidad", ha afirmado Stern.