La carrera mundial por la vacuna contra el coronavirus afronta ya la recta final con varios prototipos a punto de conseguir la autorización que permitirá vacunar contra la COVID-19 a millones de personas en todo el mundo, unos antídotos cuya seguridad no solo estará garantizada, sino que, incluso, será superior a la de otras vacunas actuales.
Así lo han asegurado los científicos Luis Enjuanes, Margarita del Val, Mariano Esteban y Vicente Larraga, en un debate organizado por la Fundación Alternativas en el que han analizado el estado actual de la investigación sobre la vacuna del coronavirus y la propia pandemia.
En las últimas semanas, varios laboratorios han anunciado que sus prototipos de la vacuna del coronavirus están en una etapa muy avanzada de la fase 3 -previa a la comercialización-, como Pfizer, Moderna, Oxford y AstraZeneca, las dos primeras con una eficacia cercana al 95%, y las otras rondando el 75%.
Luis Enjuanes ha desvelado que, mientras que en otro momento no tendría preferencia por una vacuna u otra, ahora mismo se decantaría por una vacuna de la COVID-19 del mundo occidental que haya "aportado mucha información a las agencias que evalúan los medicamentos".
Inmunizar "sea cual sea" la eficacia de la vacuna
Pero, dado el número de muertos que está provocando esta pandemia del coronavirus, es prioritario empezar a inmunizar a la población mundial con vacunas frente a la COVID-19 "sea cual sea" su nivel de eficacia, motivo por el que los laboratorios están solicitando la autorización de emergencia y no los permisos de comercialización habituales, ha explicado la viróloga del CSIC, Margarita del Val.
Esta premura es la que está haciendo que todo el proceso de evaluación de la calidad de las vacunas del coronavirus se realice "sobre la marcha" y que las agencias reguladoras reciban toda la información "en tiempo real, pero sin perder nada de rigor", según Del Val.
Esta celeridad servirá para que las autoridades reguladoras puedan dar las autorizaciones cuanto antes y empezar a vacunar contra el coronavirus a finales de año en Estados Unidos y a principios del próximo en Europa sea cual sea la eficacia del antídoto pero siempre sabiendo que la seguridad será "incluso superior a la de otras vacunas" porque estos prototipos están basados en ensayos clínicos con muchos más voluntarios de lo tradicional, ha subrayado.
Desarrollar vacunas, "una carrera de resistencia, no de velocidad"
Actualmente, hay varios tipos de prototipos de vacuna contra la COVID-19 que utilizan distintos métodos para generar anticuerpos (ARN mensajero, adenovirus, virus inactivados, subunidades, etc) pero desarrollar vacunas "es una carrera de resistencia, no de velocidad", ha explicado el profesor de investigación del CSIC, Vicente Larraga.
Para este investigador es importante entender que las vacunas contra el coronavirus que lleguen antes al mercado no serán "las mejores" ni "las peores", sino las más importantes porque entre todas se complementarán y ayudarán a inmunizar a miles de personas.
El investigador del CSIC ha explicado que las vacunas se mejoran constantemente y "unas van sustituyendo a otras", y con las del coronavirus "pasará igual", por eso es importante seguir investigando para mejorarlas, abaratarlas y perfeccionarlas y conseguir inmunizar a la mayor cantidad de personas posible y en cualquier rincón del mundo.
La eficacia e inmunidad de las vacunas
Sobre la eficacia real de las primeras vacunas contra el coronavirus que lleguen al mercado, los investigadores han explicado que dependerá para qué tipo de población están indicadas, porque unas serán más adecuadas para niños y otras para la población de mayor edad, por ejemplo, pero sobre todo dependerá de si evitan el contagio o si solo protegen a la persona vacunada.
Todas estas incógnitas se irán despejando con el tiempo y probablemente después del verano habrá un nivel de inmunidad alto que permita relajar algunas de las medidas de prevención que se han establecido con esta pandemia como la distancia social o el uso de mascarillas, ha advertido Luis Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC).
En cuanto a la inmunidad de las vacunas del coronavirus, Esteban ha dicho que según los estudios científicos hechos hasta la fecha, los anticuerpos permanecen entre seis y nueve meses en el organismo, "con un pico máximo de protección a los tres meses y un descenso del 20% poco después" pero todavía es necesario seguir la evolución de estas personas para determinar el tipo de respuesta inmune.
Conclusiones
Los cuatro investigadores han coincidido en que aunque los prototipos de vacuna españoles llegarán al mercado muchos meses después que las primeras, "sería un error dejar de investigar" porque "vendrán otras pandemias y España tiene que estar en situación de poder afrontarlas y que no nos vuelvan a pillar desprevenidos", ha dicho Esteban.
Enjuanes, Larraga y Esteban han defendido el gran nivel científico de España pero han recordado que sus laboratorios, que son de los más punteros del país, tienen plantillas de unas 15 personas que trabajan en 70 metros cuadrados y que deben competir con el centenar de investigadores de AstraZeneca por ejemplo y presupuestos que superan los 2.000 millones de euros para un solo proyecto.