Espacio
No era su imaginación, una bola de fuego espacial sobrevuela el Mediterráneo
El sábado 4 de diciembre una gigante bola de fuego se trasladó desde el Norte de África hasta el sur de Ibiza
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Una bola de fuegoatravesó parte del Mediterráneoeste pasado sábado 4 de diciembre. Así lo han confirmado los detectores del Proyecto SMART que operan en los observatorios de Calar Alto de Almería, Sierra Nevada, Madrid, Sevilla, Aljarafe y Huelva, que registraron este fenómeno pasadas las cuatro de la madrugada.
Dicho fenómeno espacial surcó el cielo desde el norte de África hasta el sur de la isla de Ibiza, tal y como recogieron varias cámaras de vigilancia externa del Observatorio de Calar Alto en Almería, que a su vez comprobaron cómo el ángulo de penetración del objeto fue más plano de lo esperado y esto fue lo que le hizo rebotar en nuestra atmósfera.
Esto lo que provocó es que su altitud final fuese mayor que la inicial y se convirtiese en un bólido rozador que pasó de los 99km a los 100km de altitud y alcanzase una velocidad estimada de 83.000 km/h. Unos hechos que para el profesor del Instituto de Astrofísica de Andalucía IAA-CSIC confirman lo inusual y prolongado en el tiempo de este evento.
Cómo se sucedió la trayectoria
Según ha informado la instalación científica en una nota, en total la bola de fuego tardó en extinguirse unos 15 segundos, cuando lo habitual es que se mantenga entre dos o tres visible. Por eso mismo en esta ocasión ha habido testigos del centro y sur del país que pudieron observar dicho fenómeno veloz sobre el cielo.
Pero, ¿de dónde procedía esta bola de fuego? De un cometa. Tal y como ha destacado la institución, la roca entró en contacto con la atmósfera terrestre a una velocidad tan elevada que se hizo incandescente, generándose así la bola de fuego que se pudo discernir en un primer momento desde el norte de Marruecos.
Desde ahí se trasladó hacia el noreste en una trayectoria ligeramente ascendente y casi paralela al suelo hasta que llegó a situarse entre la costa almeriense y argelina, donde volvió a ganar altura. Finalmente terminó por abandonar la atmósfera a unos 85 kilómetros al sureste de Ibiza, donde concluyó su andadura por La Tierra.
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