El Sol ha entrado en un proceso de erupción que enviará miles de millones de toneladas de partículas al espacio y que podrían llegar a la Tierra entre uno y tres días más tarde, causando daños a los sistemas electrónicos de los satélites.
Las partículas de la erupción han abandonado el Sol a una velocidad de unos 380 kilómetros por segundo, bastante común ateniéndose a anteriores fenómenos similares, tal y como recogen los datos del Observatorio de Relaciones Solar y Terrestre de la NASA.
Según explica la NASA, estas partículas son inofensivas para los humanos, si bien una de sus consecuencias es la de causar un fenómeno meteorológico conocido como tormenta geomagnética.
Entre las consecuencias de estas tormentas magnéticas, se produce la degradación de las señales de comunicación de los satélites, al ser causantes de un aumento repentino de carga en las redes de energía. La NASA mantendrá vigilancia respecto a la evolución de este fenómeno.