Tormenta solar
Claves de la llamarada solar que hoy podría llegar a la Tierra
La llamarada, detectada con un modelo de predicción de la NASA, podría ocasionar problemas de radio y GPS. El planeta puede padecer grandes alteraciones a causa de ella.
Publicidad
Este martes una tormenta solar podría impactar en la Tierra, según un modelo de predicción de la NASA, aplicado por la científica e investigadora de la Corporación Aeroespacial de Estados Unidos, Tamitha Skov. Así lo ha compartido a través de redes sociales, compartiendo la previsión de este "golpe directo". Según la experta, este "filamento con forma de serpiente" proviene del Sol y podría ocasionar interferencias en las señales de radio y GPS. Y es que la NASA ha detectado una eyección de masa coronal que podría causar alteraciones importantes en varios sistemas y funcionamientos de nuestro día a día. Según Skov, se dirige a la Tierra y desde la NASA apuntan a que impactará contra el campo magnético de nuestro planeta en las próximas horas.
Además, la conocida como 'Mujer del clima espacial', predice la dirección y fuerza del impacto, en función de la orientación de la llamarada. "Pueden ocurrir condiciones de nivel G2 (posiblemente G3) si el campo magnético de esta tormenta está orientado hacia el sur", advierte Skov en un tweet haciendo referencia a la escala mediante la cual se mide la fuerza de estos fenómenos, cuya potencia se ordena del uno al cinco. Por lo tanto, estaríamos ante una tormenta de fuerza moderada.
A pesar de ello, puesto que la científica utiliza un modelo de predicción de la NASA, ella misma reconoce que "la orientación magnética de esta tormenta solar dirigida a la Tierra va a ser difícil de predecir".
Auroras e interferencias
Uno de los efectos que provocan las tormentas solares es la aparición de auroras. Estos fenómenos son provocados por la interacción entre las partículas despedidas por el Sol con las moléculas de la atmósfera concentradas entre los 95 y los 750 kilómetros de altura, donde la densidad permite apreciar esta radiación luminosa.
A las llamaradas provenientes del astro se añaden los rayos X que las acompañan. Aunque en condiciones normales estos rayos se absorben en la primera capa de la atmósfera, en caso de contar con la energía suficiente para distorsionar la ionosfera, se podrían generar interferencias en la propagación de las ondas de radio. Las partículas que componen este filamento viajan a velocidades de entre 300 y 1.000 kilómetros por segundo, motivo por el cual pueden registrarse daños en los sistemas de comunicaciones, redes de distribución eléctrica y otros equipos.
No siempre llegan hasta nosotros, ya que dependen del viento solar y hacia dónde las arrastre. Las consecuencias de este hecho podrían ser catastróficas. No obstante, el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA (SWPC) no ha alertado de nada de esto.
Publicidad