Un estudio de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) parece contradecir la creencia de que los días de lluvia duelan más las articulaciones, tras constatar que no se produce ningún aumento de las consultas médicas por este motivo.
Así se desprende de los resultados de un trabajo publicado por la revista 'British Medical Journal' en su edición especial por Navidad, que pretendía analizar la creencia de que los cambios en las condiciones climáticas, como un aumento de la humedad, la lluvia o la presión barométrica, conlleven un empeoramiento del dolor de las articulaciones o la espalda, especialmente en quienes sufren artritis.
Hasta ahora los estudios que han evaluado la relación entre los patrones climáticos y el dolor articular no han sido del todo concluyentes. Para tratar de disipar las dudas, un equipo liderado por el profesor Anupam Jena analizó los datos de precipitaciones diarias entre los años 2008 y 2012, y los comparó con los de las consultas a médicos generales motivadas por dolor articular o de espalda en más de 1,5 millones de estadounidenses de más de 65 años atendidos en el Medicare.
De las 11.673.392 consultas ambulatorias registradas por este motivo, un total de 2.095.761 (18%) tuvieron lugar en días lluviosos. Y después de tener en cuenta varios factores potencialmente influyentes, como la edad del paciente, el sexo, la raza y la presencia de enfermedades crónicas (incluida la artritis reumatoide), vieron que la proporción de visitas relacionadas con el dolor articular o de espalda no se asoció con la lluvia el día de la cita, ni con la caída durante esa semana o la anterior.
A modo de ejemplo, vieron que las tasas de dolor en las articulaciones o la espalda durante las semanas con siete días lluviosos fueron similares a las semanas en las que no llovió ningún día. Asimismo, análisis posteriores descartaron diferencias por región, grupos de edad o en función de si padecían artritis reumatoide o no.
Los autores aclaran que se trata de un estudio observacional, por lo que no se pueden extraer conclusiones firmes sobre una posible relación causa y efecto. No obstante, los autores describen algunas limitaciones del estudio, como la falta de información sobre la gravedad de la enfermedad y el consumo de analgésicos de venta libre, que no serían detectables en su análisis pero que podrían influir en los resultados.