En 1793 la princesa archiduquesa de Austria y reina consorte de Francia y de Navarra, María Antonieta, fue ejecutada por la guillotina durante la Revolución Francesa. La reina, condenada al fracaso, encarnó un ejemplo extremo del fenómeno del encanecimiento del cabello inducido por el estrés, ya que su cabello se volvió blanco durante la noche anterior a su ejecución.
Desde entonces, el mecanismo biológico detrás de este encanecimiento había permanecido como un misterio, hasta que gracias a un estudio, se ha descubierto que dicho fenómeno es impulsado por la respuesta del cuerpo de "lucha o huida" ante el peligro.
Los investigadores del estudio en cuestión utilizaron experimentos con ratones para observar cómo el estrés afecta a las células madre de los folículos pilosos que son responsables de producir melanocitos, las células productoras de pigmento que dan al cabello su color (negro, castaño, rubio, rojo o algún otro color intermedio).
Las personas tienen alrededor de 100.000 folículos pilosos en su cuero cabelludo
Inicialmente sospecharon que un ataque inmune inducido por el estrés podría estar dirigido a las células madre de los melanocitos, pero esa hipótesis no resultó. Fue entonces cuando exploraron si la hormona cortisol, elevada bajo el estrés, podría ser la culpable, pero tampoco resultó exitoso.
En cambio, descubrieron que el sistema nervioso simpático del cuerpo, que rige la respuesta de "lucha o huida" de los mamíferos ante el peligro, desempeñaba un papel central. Se trata de una red de nervios que van a todas partes, incluida la piel, en la que son como cintas que envuelven cada folículo piloso y están muy cerca de las células madre de los melanocitos.
Así, cuando los ratones fueron sometidos a dolores de corta duración o a condiciones de laboratorio estresantes, estos nervios liberaron la sustancia química norepinefrina, que posteriormente fue absorbida por las células madre del folículo piloso que sirven como depósito finito de melanocitos.
"Normalmente, cuando el cabello se regenera, algunas de estas células madre se convierten en células productoras de pigmento que dan color al cabello. Pero cuando se exponen a la norepinefrina del nervio simpático, todas las células madre se activan y se convierten en células productoras de pigmento", dijo Ya-Chieh Hsu, profesor asociado de células madre y biología regenerativa en la Universidad de Harvard e investigador principal del Instituto de Células Madre de Harvard.
"Eso significa que no queda ninguna. En tan sólo unos días, el reservorio de células madre que regeneran pigmentos se ha agotado. Y una vez que desaparecen, ya no se puede regenerar el pigmento", añadió Hsu, autor principal de la investigación publicada en la revista Nature.
El encanecimiento del cabello es una de las muchas maneras en que el estrés ejerce presión sobre el cuerpo. Los hallazgos podrían guiar el desarrollo de tratamientos para el encanecimiento relacionado con el estrés, o potencialmente otros cambios en los tejidos relacionados con el estrés, aunque esto podría durar años, aclaró.
El estrés no es la única razón por la que el cabello puede encanecer. El proceso de envejecimiento natural es la causa principal. Las mutaciones genéticas y en algunos casos los ataques inmunológicos también pueden contribuir a que el cabello pierda su color.