Un estudio publicado en 'The Astrophysical Journal' explica que existen un total de 121 planetas gigante gaseosos conocidos que se encuentran a una distancia de sus estrellas que permiten la existencia de agua líquida y, por tanto, pueden albergar lunas habitables. Este estudio guiará el diseño de futuros telescopios que puedan detectar estas posibles lunas y buscar señales de vida reveladoras, llamadas biofirmas, en sus atmósferas.
Desde el lanzamiento en 2009 del telescopio Kepler de la NASA, los científicos han identificado miles de planetas fuera de nuestro sistema solar, que se llaman exoplanetas. Un objetivo principal de la misión Kepler es identificar los planetas que se encuentran en las zonas habitables de sus estrellas, lo que significa que no son ni demasiado calientes ni demasiado fríos para que exista agua líquida.
Los planetas terrestres son objetivos principales en la búsqueda de la vida porque algunos de ellos pueden ser geológicamente y atmosféricamente similares a la Tierra. Otro lugar para mirar son los muchos gigantes de gas identificados durante la misión Kepler. Aunque no son candidatos para la vida, los planetas parecidos a Júpiter en la zona habitable pueden albergar lunas rocosas, llamadas exolunas, que podrían sostener la vida.
Aunque la mayoría de estas lunas orbitan alrededor de Saturno y Júpiter, que están fuera de la zona habitable del Sol, ese podría no ser el caso en otros sistemas solares", dice Stephen Kane, un profesor asociado de astrofísica planetaria y miembro del Centro Alternativo de Astrobiología de la Universidad de California Riverside, coautor del estudio.
"Incluir las exolunas rocosas en nuestra búsqueda de vida en el espacio ampliará en gran medida los lugares que podemos ver", añade. Los investigadores identificaron 121 planetas gigantes que tienen órbitas dentro de las zonas habitables de sus estrellas. En más de tres veces el radio de la Tierra, estos planetas gaseosos son menos comunes que los planetas terrestres, pero se espera que cada uno albergue varias lunas grandes.
Los científicos han especulado que las exolunas podrían proporcionar un entorno favorable para la vida, tal vez incluso mejor que la Tierra. Eso es porque reciben energía no solo de su estrella, sino también de la radiación reflejada en su planeta. Hasta ahora, no se han confirmado exolunas.
"Ahora que hemos creado una base de datos de los planetas gigantes conocidos en la zona habitable de su estrella, se realizarán observaciones de los mejores candidatos para hospedar exomonedas potenciales para ayudar a refinar las propiedades esperadas de exoon. Nuestros estudios de seguimiento ayudarán a informar el futuro diseño del telescopio para que podamos detectar estas lunas, estudiar sus propiedades y buscar signos de vida", indica Michelle Hill, estudiante de pregrado en la Universidad del Sur de Queensland que está trabajando con Kane.