Mínimas variaciones en la velocidad de rotación de la Tierra podrían desencadenar una intensa actividad sísmica en 2018, particularmente en regiones tropicales densamente pobladas. Aunque tales fluctuaciones en la rotación son pequeñas, cambiando la duración del día en un milisegundo, podrían estar implicadas en la liberación de grandes cantidades de energía subterránea, se argumenta.
El vínculo entre la rotación de la Tierra y la actividad sísmica se argumenta en un estudio de Roger Bilham de la Universidad de Colorado en Boulder y Rebecca Bendick de la Universidad de Montana en Missoula, presentado en octubre durante la reunión anual de la Geological Society of America.
"La correlación entre la rotación de la Tierra y la actividad sísmica es fuerte y sugiere que va a haber un aumento en el número de terremotos intensos el próximo año", afirma Bilham, citado por 'The Observer/The Guardian'.
En su estudio, Bilham y Bendick observaron los terremotos de magnitud 7 y mayores que ocurrieron desde 1900. "Los terremotos mayores se han registrado bien durante más de un siglo y eso nos da un buen registro para estudiar", explica Bilham. Así, encontraron cinco períodos en los que hubo un número significativamente mayor de grandes terremotos en comparación con otros tiempos. "En estos períodos, hubo entre 25 y 30 terremotos intensos al año -indica Bilham-.
El resto del tiempo, la cifra promedio era de alrededor de 15 grandes terremotos al año". Los investigadores buscaron encontrar correlaciones entre estos períodos de actividad sísmica intensa y otros factores, y descubrieron que cuando la rotación de la Tierra disminuía ligeramente, era seguido por períodos de aumento en el número de terremotos intensos. "La rotación de la Tierra cambia ligeramente -en un milisegundo por día a veces- y eso se puede medir con mucha precisión mediante relojes atómicos", asegura el experto.
Hasta 20 terremotos al año en 2018
Bilham y Bendick descubrieron que hubo períodos de alrededor de cinco años cuando la rotación de la Tierra se redujo en tal cantidad varias veces durante el último siglo y medio. Fundamentalmente, estos períodos fueron seguidos por períodos en los que el número de terremotos intensos aumentó.
"La Tierra nos está ofreciendo una alerta de cinco años sobre futuros terremotos", avisa Bilham. Este enlace es particularmente importante porque la rotación de la Tierra comenzó una de sus disminuciones periódicas hace más de cuatro años. "La inferencia es clara -comenta Bilham-.
El próximo año deberíamos ver un aumento significativo en el número de terremotos severos. Lo hemos tenido fácil este año. Hasta ahora sólo hemos tenido alrededor de seis terremotos severos. Fácilmente podríamos tener 20 al año a partir de 2018".
No está claro exactamente por qué las disminuciones en la duración del día deberían estar relacionadas con los terremotos, aunque los científicos sospechan que pequeños cambios en el comportamiento del núcleo de la Tierra podrían estar causando ambos efectos. Además, es difícil predecir dónde ocurrirán estos terremotos adicionales, aunque Bilham sostiene que descubrieron que la mayoría de los terremotos intensos que respondían a los cambios en la duración del día parecían ocurrir cerca del ecuador. Alrededor de 1.000 millones de personas viven en las regiones tropicales de la Tierra.