El fotógrafo británico Jeremy Holden ha conseguido fotografiar por primera vez al extremadamente raro mono de nariz chata de Birmania. Dichos animales, cuyo rostro se asemeja a un cráneo, solo habían sido avistados en libertad por ojos occidentales una vez, ocasión en la que no les dio tiempo a filmar.
Es más común encontrar sus cadáveres, pieles o huesos, pues la especie es cazada en ocasiones por los habitantes del lugar. El mono recibe el nombre de su particular nariz, que parece puesta del revés, lo que le lleva a correr peligro durante la época de lluvias monzónicas, pues el agua entra en sus orificios nasales y le hace estornudar constantemente. Por este motivo, el mono mantiene generalmente su cabeza hacia abajo.
Holden y su equipo no tenían muchas esperanzas de conseguir fotografíar a esta especie, pues desconocían cual era su hábitat exacto. Así que su sorpresa fue aún mayor cuando descubrieron las imágenes captadas por las cámaras que habían escondido, que mostraban a hembras portando a sus crías.