Nace el primer toro bravo clonado en una finca de la provincia de Palencia. La madre es una vaca lechera y el proyecto científico ha sido dirigido por la fundación valenciana de investigación veterinaria. Este miércoles Got, que así se llama, ha sido presentado en sociedad.
Este toro abre la puerta a la posibilidad de crear un banco de tejidos para evitar así la desaparición de animales de gran valor genético en vías de extinción. El becerro Got ('vaso' en valenciano), clon del semental de
nombre Vasito -fallecido hace un año y perteneciente a la ganadería sevillana de María Luisa Domínguez y Pérez de Vargas (encaste Pedrajas)-, nació este martes en una granja situada en Melgar de Yuso (Palencia), del vientre 'de alquiler' de una vaca frisona.
Este alumbramiento, al que en las próximas horas seguirá otro clon del mismo semental y en la misma explotación agropecuaria, culmina un trabajo de tres años que ha presentado este miércoles mañana en Frómista (Palencia), a escasos kilómetros de Melgar de Yuso, el doctor Vicente Torrent, responsable del proyecto.
Con un presupuesto de 28.000 euros, un equipo formado por ocho veterinarios ha concluido una labor que inicialmente comenzó con ejemplares de lince ibérico y que posteriormente derivó hacia el toro de lidia con la colaboración del ganadero Alfonso Guardiola y el fin de demostrar la viabilidad y ventajas de un banco de tejidos.
Ese tipo de depósitos permitiría la preservación "de animales de gran valor genético" mediante la conservación de tejidos procedentes de sementales de especies amenazadas o en peligro de extinción, a partir de las cuales se pueden clonar ejemplares mediante la obtención de células (fibroblasto) desde las cuales se extraería el núcleo, portador de la información genética.
Eso es lo que se ha hecho en el caso de Got, según ha explicado en una rueda de prensa el doctor Vicente Torrent, director del equipo de investigación de la Fundación Valenciana de Investigación Veterinaria (VIVE), a quien han acompañado la bióloga del mismo centro Rita Cervera, y el veterinario Julio César Díez.
El primer clon de un toro de lidia en la historia de la ciencia animal, Got, y pesó 24,7 kilos al nacer casi dos días después de haber sido inducido su parto, ha explicado el doctor Torrent acerca de lo que ha definido "como un sueño largamente perseguido", y que hace dos años emprendió en solitario y sin éxito, por razones administrativas, el ganadero de bravo Victoriano del Río.
La clonación, según el doctor Torrent, asegura una réplica fidedigna de la lámina o el fenotipo, pero no así de su genotipo o carga genética, que en gran medida depende del entorno en que crezca el animal reproducido, un proceso que la ciencia define con el término de 'epigenética'.