El cosmonauta ruso Antón Shkaplerov ha explicado que se han hallado bacterias vivas en la superficie de la Estación Espacial Internacional (EEI), y su origen podría ser extraterrestre, pero antes de adelantar nada ha indicado que los microorganismos van a ser estudiados con mayor profundidad en la Tierra.
Shkaplerov partirá hacia la EEI a mediados de diciembre como comandante de la próxima misión de la nave Soyuz.
Las bacterias halladas se encontraron durante un experimento que consistía en colocar unas placas en el revestimiento exterior. Fue entonces cuando los científicos hallaron estas bacterias desconocidas y superresistentes, que podrían haber sobrevivido en el espacio exterior, en condiciones atmosféricas adversas y con unas temperaturas que oscilan entre los -150 y los +150 grados.
Estas bacterias parece que no entrañan peligro para la Tierra y para los humanos, según explica Shkaplerov en una entrevista en TASS.