Publicidad
EN OSLO, BERLÍN Y PARÍS
Hallan polvo cósmico en tres ciudades europeas, por primera vez fuera de la Antártida
Hasta ahora, se pensaba que estas partículas diminutas, restos de la formación del sistema solar, sería demasiado difícil de encontrar en lugares donde proliferan otros tipos de polvo, particularmente en áreas pobladas.
Científicos han encontrado muestras de polvo cósmico en los canalones de edificios de tres ciudades europeas. Estas muestras sólo habían sido localizadas hasta ahora en la Antártida.
Hasta ahora, se pensaba que estas partículas diminutas, restos de la formación del sistema solar, sería demasiado difícil de encontrar en lugares donde proliferan otros tipos de polvo, particularmente en áreas pobladas. John Larson, un científico espacial aficionado con el proyecto Stardust, persuadió a los investigadores en el Imperial College sugiriendo que tal vez el polvo espacial podría encontrarse en los tejados.
A pesar de un alto grado de escepticismo con respecto a las perspectivas, el equipo viajó a Oslo, Berlín y París y obtuvo 300 kilos de muestras de suciedad de los canalones de lluvia en los tejados. Los hallazgos han sido publicados en Geology.
De regreso en el laboratorio, usaron imanes para extraer posibles granos de polvo cósmicos dentro del sedimento. Informan que encontraron e identificaron aproximadamente 500 muestras de polvo cósmico. El equipo también informó que los granos de polvo que encontraron fueron más grandes que los que se encuentran típicamente en la Antártida, con aproximadamente 0,3 milímetros en contraposición a la media habitual de 0,01 milímetros. También señalaron que los granos tenían menos cristales de tipo pluma que los encontrados en la Antártida.
Sugieren que las diferencias son probablemente debidas a la edad: los de la Antártida son típicamente mucho más antiguos, lo que significaría que los planetas se habrían alineado de forma ligeramente diferente cuando cayeron a la Tierra. Esas diferencias indican que las partículas de polvo que caen a través de la atmósfera habrían estado viajando mucho más rápido en tiempos más recientes debido a una diferencia en la trayectoria (hasta 12 kilómetros por segundo), el más rápido registrado para el polvo espacial.
Esas diferencias, señalan los investigadores, pueden iluminar el movimiento de los planetas entre sí a lo largo del tiempo, ayudando a entender la historia del sistema solar.
Publicidad