Un estudio con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Complutense de Madrid ha revelado que la extracción de agua habría influido en el terremoto que afectó a Lorca en 2011, ya que esta práctica habría perturbado la corteza terrestre de la falla de Alhama, la más activa de Murcia.
Gracias a unas imágenes de satélite se ha conseguido recrear las entrañas de la tierra antes y después del seísmo de Lorca.
La sobreexplotación acuífera en los alrededores de la falla provocó que el nivel de agua subterránea descendiera 250 metros desde los años 60. Este hecho perturbó la roca en la superficie, llegándose a desplazar de 5 a 15 centímetros. El movimiento sísmico tuvo lugar a 3 kilómetros de profundidad, pero los científicos afirman que los destrozos causados en la localidad estaban por encima de lo normal.
El equipo de científicos ha desarrollado un modelo de carga del terreno de la región empleando los datos históricos de extracción de agua subterránea entre 1960 y 2010, así como el área de hundimiento detectada entre 1992 y 2007. "Este modelo permitió simular los cambios de esfuerzos acumulados en la corteza terrestre desde el comienzo de la extracción de agua y ver de qué modo y dónde afectaba a la falla de Alhama de Murcia", ha indicado uno los investigadores del estudio, Pablo González. Así, el trabajo ha revelado que "coincidían las zonas de máximo movimiento durante el terremoto y de máxima acumulación de energía por extracción de agua subterránea".
Según González, el trabajo utiliza por primera vez un modelo físico que cuantifica las diferentes variables que intervinieron en el terremoto, que se desencadenó "porque en la zona ya había acumulada mucha energía tectónica".
Los resultados señalan que la relación entre el hundimiento causado por la extracción de agua y el tipo de deslizamiento podría, en general, ayudar a entender cómo y dónde se puede producir un terremoto. "El estudio podría ayudar al desarrollo de mejoras en la cuantificación del riesgo sísmico y complementar los mapas que sirven actualmente para definir la normativa de construcción", precisa González.