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SEGÚN LOS EXPERTOS
Los humanos podrán viajar a Marte en veinte o treinta años
Actualmente, el desarrollo tecnológico permite pensar que se podría hacer un viaje no tripulado de ida y vuelta a Marte ya en la próxima década. "Hoy día, la siguiente frontera en la exploración humana es el planeta Marte", señala el experto.
Las agencias internacionales continúan trabajando en la exploración del Sistema Solar y, actualmente, el desarrollo tecnológico permite pensar que se podría hacer un viaje no tripulado de ida y vuelta a Marte ya en la próxima década.
Aunque es un objetivo muy complejo, la tecnología está en buen camino y con el apoyo internacional necesario se podría conseguir hacer viajes con humanos quizá en veinte o treinta años. Así lo ha afirmado Alejandro Cardesín, ingeniero de Telecomunicaciones que lidera los proyectos que exploran Marte, como 'Mars Express' y 'Exo Mars', y que participa en la XXVIII Canary Islands Winter School of Astrophysics, organizada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Alejandro Cardesín ha señalado que "ahora puede parecer algo inverosímil hacer viajes interplanetarios tripulados pero, a finales del siglo XV, los exploradores marinos, con tecnologías que hoy nos parecen muy rudimentarias, hicieron descubrimientos inconcebibles para la sociedad de la época y que cambiaron el rumbo de la humanidad en sólo un par de décadas".
Según el experto, "hoy día, la siguiente frontera en la exploración humana es el planeta Marte y aunque para la mayoría esto pueda parecer ciencia ficción, los viajes tripulados, o incluso establecer colonias marcianas podría, dentro de pocos años, convertirse en realidad".
Alejandro Cardesín lleva más de diez años trabajando en la Agencia Espacial Europea (ESA), involucrado en varios proyectos que estudian el Sistema Solar, como la misión Rosetta para el cometa Churyumov-Gerasimenko y Venus Express.
Cardesín también es responsable de JUICE (Jupiter Icy Moons Explorer), misión que en 2022 saldrá de la Tierra con destino a Europa, Ganimedes y Calisto -tres de las lunas más grandes de Júpiter- para averiguar si hay vida en los océanos de agua líquida bajo la superficie.
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