Investigadores de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) han ideado una nueva capa de invisibilidad capaz de ocultar objetos en ambientes difusos bajo cualquier tipo de iluminación.
Este trabajo, según afirma la UPNA en una nota de prensa, sienta las bases por ejemplo para hacer indetectable un avión entre la niebla o un submarino en el mar. Tras el estudio, publicado en la revista Physical Review A., los investigadores trabajarán ahora en la construcción en laboratorio de la capa de invisibilidad que han simulado.
Los ambientes difusos en los que se ha logrado son aquellos en los que la luz no se propaga en línea recta sino que va rebotando, como un día con niebla, las aguas turbias, un espacio con humo o el tejido orgánico del cuerpo humano.
La idea de hacer invisible un objeto rodeándolo con un material especial, capaz de curvar la luz a su alrededor, fue propuesta hace aproximadamente una década y desde entonces los científicos han comprobado que la realización de este tipo de dispositivo presenta una elevada dificultad, tanto desde el punto de vista fundamental como tecnológico. "Recientemente, se ha demostrado que dicha dificultad desaparece si el objeto que se quiere ocultar se encuentra en un ambiente difuso" ya que en este caso "es posible construir, de forma relativamente sencilla, capas de invisibilidad de tamaño macroscópico, que funcionan para cualquier dirección de la luz y en un gran ancho de banda" dice el investigador del Centro de Tecnología Nanofotónica Alejandro Martínez Abiétar.
Aunque añade que las capas propuestas hasta ahora "no funcionan correctamente cuando el objeto es iluminado con pulsos de luz de corta duración, fundamentales en un gran número de aplicaciones".
La propuesta ideada por los investigadores de la UPV y la UPNA "resuelve este problema utilizando un enfoque diferente, basado en una técnica conocida como óptica de transformación, que permite conocer qué material resulta el más idóneo para crear la capa y ocultar el objeto". Entre sus aplicaciones, además de las citadas, el investigador de la UPNA Miguel Beruete recoge la posibilidad de hacer invisibles "objetos susceptibles de introducir interferencias en sistemas de comunicación y en sistemas de imagen por tomografía, en los que se trabaja frecuentemente con medios difusos como el tejido orgánico".