La Universidad de Sevilla consigue un nuevo avance en la búsqueda de una vacuna contra el cáncer

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Sevilla

Investigadores de Sevilla crean anticuerpos que reconocen células tumorales, clave en vacuna del cáncer

El estudio, desarrollado por el departamento de Química Orgánica de la Universidad de Sevilla, supone un avance en la lucha contra el cáncer.

La Facultad de Química de la Universidad de Sevilla que, en colaboración con las universidades de La Rioja y Zaragoza, el CIC-BioGUNE, el CSIC e investigadores también europeos (Lisboa, Cambridge y Copenhague) y de Japón (Hokkaido), ha desarrollado anticuerpos que reconocen en las células tumorales humanas los fragmentos de glicoproteínas sobreexpresadas.

Los anticuerpos se unen a un fragmento conocido como antígeno Tn, que está formado por una unidad del carbohidrato N-acetilgalactosamina y el aminoácido serina o treonina.

Para conseguir la posible vacuna contra el cáncer, se reemplazó la unidad de N-acetilgalactosamina presente en este antígeno por un fragmento de estructura similar, metabólicamente estable, y se preparó un glicopéptido antigénico que se combinó finalmente con una proteína presente en la lapa californiana que amplifica la respuesta inmune.

Carmen Ortiz Mellet, autora principal del estudio, publicado en la revista 'Chemical Science' explica que los anticuerpos naturales son poco eficaces debido a problemas de inmunotolerancia: "al estar presente en muy baja proporción también en células sanas, el organismo tiende a considerarlo como propio en las células tumorales y la respuesta inmune es baja".

La investigadora ha encontrado que se produce un número significativamente mayor de anticuerpos de los que tienen memoria a largo plazo, los de tipo IgG, que los que se originan con una vacuna idéntica, pero en la que el antígeno es el natural.

"Por el momento, los ensayos en dos tipos distintos de células de cáncer de mama indican que el reconocimiento supera el 85%. Esto es muy relevante", asegura.

La generación de anticuerpos contra un análogo no natural del antígeno, es única y "abre nuevas oportunidades en el diseño de vacunas contra el cáncer". El estudio también ha utilizado iminoazúcares que "no solo reproducen la estructura del carbohidrato presente en el antígeno Tn, sino también su química".

El artículo nace de un trabajo multicolaborativo en el que participan grupos de investigación de la Universidad de La Rioja, Universidad de Zaragoza, CIC BioGUNE y CSIC, así como de centros extranjeros (Universidad de Lisboa, Universidad de Cambridge, Universidad Hokkaido y Universidad de Copenhague).