Ciencia
Investigadores descubren marcadores para predecir si el cáncer de páncreas se extenderá a otros órganos
Investigadores de Weill Cornell Medicine de Estados Unidos y un equipo internacional han descubierto estos marcadores.
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El cáncer pancreático es un tipo de cáncer que se origina en el páncreas. El cáncer se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada. El adenocarcinoma pancreático es el tipo de cáncer de páncreas más común. Investigadores de Weill Cornell Medicine de Estados Unidos y un equipo internacional han descubierto marcadores para predecir si el cáncer de páncreas se extenderá a otros órganos.
Han usado biopsias hepáticas para identificar marcadores celulares y moleculares que podrían servir para predecir si el cáncer de páncreas se extenderá al hígado o a otros órganos, como el pulmón, y en qué momento. El estudio ha sido publicado en 'Nature Medicine'. Señala que la información procedente de una biopsia hepática (una muestra de tejido recogida para el análisis) cuando se diagnostica este cáncer puede ayudar a guiar a los médicos en la personalización del tratamiento como inmunoterapias dirigidas al hígado. Todo antes de que las células cancerosas provoquen metástasis.
Solo el 10% de las personas con cáncer de páncreas sobreviven más de dos años tras el diagnóstico inicial. David Lyden, coautor de estudio y catedrático Stavros S. Niarchos de Cardiología Pediátrica, señala que "si podemos predecir el momento y la localización de las metástasis, esto podría cambiar las reglas del juego en el tratamiento del cáncer de páncreas, sobre todo en los pacientes con alto riesgo de metástasis".
Avance para el futuro
Los investigadores consiguieron biopsias hepáticas de 49 individuos sometidos a tratamiento quirúrgico por cáncer de páncreas en estadio inicial. También recogieron biopsias hepáticas de 19 personas que se sometieron a una operación similar por afecciones no relacionadas con el cáncer, por ejemplo, la extirpación de quistes pancreáticos benignos. Entonces, realizaron análisis moleculares, celulares y metabólicos de estas muestras para determinar si podían identificar los rasgos distintivos que precedían -o potencialmente prevenían- las metástasis posteriores en los pacientes.
Descubrieron los científicos que los hígados de los supervivientes sin recidiva, que no mostraban signos de propagación del cáncer tras un periodo de seguimiento de al menos tres años, se parecían mucho a los hígados de las personas que nunca habían tenido cáncer.
Por el otro lado, se encontraban los que desarrollaron metástasis hepáticas en los seis meses siguientes al diagnóstico, un grupo de pacientes con mal pronóstico y opciones terapéuticas limitadas. Sus hígados se encontraban plagados de trampas extracelulares de neutrófilos (NET), densas marañas de ADN y enzimas liberadas por los neutrófilos moribundos, células inmunitarias que constituyen la primera línea de defensa contra las infecciones.
Las NET están estrechamente relacionadas con futuras metástasis y se desarrollan tan pronto en el curso de la enfermedad. Señalan que posible que en un futuro las imágenes radiológicas puedan detectarlas e identificar a los pacientes en peligro de esta agresiva propagación.
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