Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT) han diseñado un dispositivo que se puede tragar y está equipado con bacterias modificadas genéticamente y que pueden diagnosticar hemorragias en el estómago u otros problemas gastrointestinales.
Este prototipo permite llegar a aquellas zonas de difícil acceso con los sistemas de diagnóstico actuales. Mide menos de cuatro centímetros y tiene forma cilíndrica.
En este nuevo estudio, que aparece en la revista Science del 24 de mayo, los investigadores crearon unos sensores que detectan señales biológicas en el cuerpo casi en tiempo real.