Investigadores de la Universidad de Vigo demuestran que es posible ir a Marte usando propulsión solar eléctrica

Investigadores de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio del campus de Ourense -perteneciente a la Universidad de Vigo- vienen de publicar un estudio en la revista 'Acta Astrona' en el que demuestran que es posible realizar una misión a Marte usando únicamente propulsión solar eléctrica. Un método que se contrapone a la propulsión química que es el método empleado tradicionalmente en el espacio.

El artículo titulado 'Feasibility study of a solar electric propulsion mission to Mars' está firmado por los investigadores Marco Casanova, Fermín Navarro y Daniele Tommasina. Tal y como apuntan, la iniciativa fue fruto de una colaboración entre dos centros de investigación: el atlanTTic y el recientemente creado IFCAE (Instituto de Física y Ciencias Aeroespaciales).

"En los últimos años hay un creciente interés en misiones a la luna y Marte y es cada vez más importante hacer un uso sostenible y óptimo del combustible. Por eso es relevante intentar mejorar este tipo de misiones", explican los autores del estudio. "Esta tecnología está en auge en satélites comerciales de observación terrestre y en satélites geoestacionarios. Ahora empieza a ser determinante también en misiones interplanetarias y abre la puerta a trayectorias que son imposibles con propulsión química".

Además el estudio presenta un diseño preliminar de un satélite de propulsión eléctrica capaz de llevar a cabo la misión, presentando los requisitos de potencia, masa o equipamiento necesarios. "Puede servir de base para futuras misiones ya que demuestra las ventajas de este sistema en comparación con previas misiones al planeta rojo".

¿Cómo funciona esta técnica?

Cuando se habla de propulsión eléctrica, no se trata de baterías como puede utilizar un coche eléctrico. En este caso, hay un gas noble que se hace pasar por una serie de bobinas y otros artilugios que hacen acelerar los electrones de ese gas y que salen despedidos de la nave generando la propulsión.

Para lograr la aceleración de los átomos del combustible se necesita una cantidad importante de energía. Para ello, se puede utilizar algún generador nuclear que se instale a bordo o, como propone el estudio de estos investigadores gallegos, con paneles solares que aporten esa potencia necesaria.

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