Isla de basura del Pacífico
La isla de plástico del Pacífico recibe basura de todo el mundo y sus 'Fraggle Rock' ganan terreno ante los organismos vivos endémicos
La isla de basura en el Pacífico norte está en crecimiento constante. Los plásticos que la engordan llegarían desde todo el mundo.
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Viajemos en el tiempo hasta 1997. Fue ese año cuando el capitán Charles Moore viajaba desde Hawái a California y, por casualidad, observó el vertedero que se había formado en el océano. Era una extensión gigante de deshechos flotantes. Desde aquel entonces, un nuevo propósito ocupó sus días: ser el altavoz en la lucha contra el plástico.
La gran isla de basura en el norte del Océano Pacífico no deja de crecer. Un estudio publicado recientemente en la revista Environmental Research Letters deja además nuevos datos para la alarma, ya que al contrario de lo que se creía el aumento de fragmentos de plástico podrían ser nuevos y no un resultado de la degradación de los objetos flotantes ya detectados con anterioridad. Es decir, que esta basura llegaría de todas las partes del mundo.
En este estudio se explica que crecen de forma más veloz los plásticos de un centímetro que los de mayor tamaño. La hipótesis con la que trabajan los investigadores de la ONG The Ocean Cleanup, es que estos fragmentos, que son fruto de la descomposición de los plásticos arrojados décadas atrás, se están acumulando y aumentando, ahora, exponencialmente en esta remota región del Océano Pacífico.
¿Qué hay detrás la isla de basura?
Algunos de los resultados impactantes que dejan esta investigación son los siguientes:
- En 7 años casi se ha quintuplicado el incremento de trozos de plástico. Aumentando de 2,9 kg por km² a 14,2 kg por km².
- El origen de esta basura se cree que entre el 74% y el 96% puede ser de fuentes extranjeras.
- Lo que en las grandes ciudades de hoy en día llamamos zona tensionada en esta isla de plástico se han incrementado a un ritmo de vértigo. Aumentando de 1 millón por km² en 2015 a más de 10 millones por km² en 2022.
En este estudio se han analizado 917 muestras, de las cuales se estima que los microplásticos (0,5 mm-5 mm) se han reproducido de los 960.000 en el año 2015 hasta el 1.500.000 en 2022. Los mesoplásticos (5 mm-50 mm) aumentaron de 34 000 a 235 000 elementos y los macroplásticos (50 mm-500 mm) aumentaron de 800 a 1.800 elementos por km².
Los Fraggle Rock del océano
Además de estas cifras hay un titular que refleja muy bien la magnitud de la tragedia y es que en esta zona del océano hay ya más basura que organismos vivos y esto no solo es una amenaza para el ecosistema, no solo es un riesgo de que estos animales que siguen sobreviviendo ingieran la basura sino que también afectan al ciclo global del carbono por el pastoreo del zooplancton afectado por la presencia de microplásticos flotantes.
Pero hay más, la basura es tal que los animales marinos endémicos, los locales, se encuentran ahora en competencia directa con nuevas especies que han colonizado los desechos plásticos. Y es que los nuevos habitantes de la basura tienen hasta nombre propio. Neuston es un término que se ha acuñado para referirse a formas de vida flotantes en la superficie del mar. En un trabajo conocido como Vortex Swim, una expedición de navegación en el NPGP que duró 80 días, se recolectaron 22 muestras, 12 del interior del giro central y 10 del exterior, con fines comparativos y el resultado evidenció que una gran cantidad de neuston se concentró cerca del centro de NPGP.
El Gran Parche de Basura del Pacífico no es el único que existe, los científicos creen que esa mancha es una de por lo menos cinco existentes, cada una situada en el centro de grandes corrientes oceánicas circulares llamadas giros que succionan y atrapan escombros flotantes. Decir que los creadores de estas urbes de suciedad es obra del ser humano resulta evidente, pero investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur crearon hace tiempo un nuevo modelo para determinar quién exactamente tiene la culpa de cada mancha de basura que hay en el océano.
"En algunos casos, puede haber un país lejos de una mancha de basura que esté contribuyendo directamente de forma inesperada al parche de basura", explicó Gary Froyland, matemático en la UNSW en su momento. Lo más probable es que los desechos que se vierten al mar desde Madagascar y Mozambique floten en el Atlántico sur, a pesar de que las costas de ambos países bordean el Océano Índico, sin embargo, el nuevo trabajo publicado en Environmental Research Letters podría abrir una nueva vía de estudio.
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