“Diez, nueve, secuencia de ignición en marcha, seis, cinco…”. Esa cuenta atrás cambió para siempre la forma en la que la humanidad miró a la Luna. El Apollo 11 ascendía hacia el espacio en la madrugada del 20 al 21 de julio. A bordo, tres de los mejores astronautas de la NASA: Armstrong, Aldrin y Collins. Nos embarcamos con ellos en este viaje sonoro de 11 minutos, en homenaje a la misión que supuso uno de los mayores hitos de la humanidad.
Dos años después, el 4 de octubre de 1957, los soviéticos lograban la hazaña con el Sputnik 1
La llegada a la Luna fue la meta final de una trepidante carrera tecnológica entre los Estados Unidos y la URSS. Por acotar su origen, nos remontaremos a 1955. En ese año, durante los preparativos del Año Geofísico Internacional que se celebraría entre 1957 y 1958, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética declararon sus primeras intenciones: enviar satélites artificiales al espacio. La carrera espacial había comenzado. Dos años después, el 4 de octubre de 1957, los soviéticos lograban la hazaña con el Sputnik 1. Tenía el tamaño de una pelota de baloncesto y que fue el primer satélite artificial en la historia que alcanzaba la órbita terrestre . Un mes después, el 3 de noviembre de 1957, de nuevo la Unión Soviética se apunta otro logro: la perra Laika se convirtió en el primer animal en viajar al espacio a bordo de otro satélite, el Sputnik 2 . Una semana después del lanzamiento la perra murió debido a la falta de oxígeno. En ese momento la carrera por conquistar el mundo exterior ya era imparable.
Tras varios lanzamientos de una y una potencia, entre ellos el vuelo espacial de un chimpancé, en 1961, Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre en viajar al espacio. El tanto de la Unión Soviética supuso para John Kennedy una amenaza para liderazgo mundial de los Estados Unidos. Kennedy era un ferviente adalid de la Guerra Fría, convencido de que EEUU y la Unión Soviética competían en la escena geopolítica por el liderazgo mundial y, como presidente, tenía que lograr que Estados Unidos saliese triunfador. Había mucho en juego: quería lanzar un mensaje de poderío a ojos del mundo.
Un nazi en la NASA
La NASA respondió enviando a su primer astronauta al espacio, Alan Shepard, quien realizó un vuelo suborbital el 5 de mayo de 1961. Poco después, John Glenn dio tres vueltas completas a la órbita de la tierra el 20 de febrero de 1962. Era parte del proyecto Mercury, pero cuando concluyó, los estadounidenses seguían por detrás de los soviéticos . No obstante, seis hombres habían viajado al espacio y los científicos de la NASA habían adquirido conocimientos respecto al comportamiento del ser humano en el espacio además de avanzar en el desarrollo de cohetes más eficientes y de mayor potencia. En esto último fue fundamental la labor del ingeniero aeroespacial alemán Wernher von Braun, creador del cohete Saturno V, esencial para la hazaña que llevó al hombre a la Luna. Von Braun, hombre clave de Hitler para la construcción de misiles, se anticipó a su derrota y se entregó a las tropas norteamericanas entregándoles buena parte de la documentación para la construcción de cohetes.
"Nuestra nación debe comprometerse a enviar un hombre a la Luna"
Kennedy anunció por primera vez la misión de ir a la Luna en este discurso del 25 de mayo de 1961 en la Universidad Rice de Houston. "Creo que nuestra nación debe comprometerse a lograr el objetivo, antes de que termine esta década, de enviar un hombre a la Luna y traerlo de vuelta sano y salvo a la Tierra. Ningún otro proyecto espacial durante este periodo será más deslumbrante para la humanidad y ninguno será tan difícil o costoso de materializar", declaró el presidente. Tenían que lograrlo antes de que acabara esa década. La prioridad fundamental era crear un cohete lo más potente posible y que no se desintegrara al regresar a la atmósfera.
El proyecto Apollo recibió la prioridad máxima del Gobierno, y el presupuesto de la NASA se incrementó en un 89% tras el discurso de Kennedy. En 1965, el presupuesto de la NASA absorbía ya casi el 5% de todo el gasto público y su plantilla no dejaba de crecer. Tampoco las empresas con las que colaboraba en el proyecto. Mientras tanto, la Unión Soviética veía ralentizado su programa espacial por problemas internos. A punto de expirar la década de los sesenta, Estados Unidos logra la meta marcada por Kennedy, y se convierte involuntariamente en un homenaje al presidente que había sido asesinado en 1963.
Hablan sus protagonistas
Neil Armstrong fue el primer en pisar la Luna . Su frase “un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad”. Esas palabras acompañarán para siempre la imagen de Armstrong y Aldrin clavando la bandera de Estados Unidos sobre la Luna. “Desde mi punto de vista, el logro más importante del Apolo 11 fue la demostración de que la humanidad no está encadenada para siempre a este planeta y nuestras visiones van más allá de eso y nuestras oportunidades son ilimitadas", decía Armstrong años más tarde.
Astronautas colocando la bandera | NASA
Él salió primero y después fue el turno de su compañero, Buzz Aldrin. Collins se quedó controlando que nada fallase. “Abrimos la puerta al futuro de la exploración tocando otro objeto. ¿Estábamos emocionalmente involucrados en eso? No, estábamos tratando de lograr un aterrizaje con éxito. Y cuando tocamos tierra, dije "contacto", nos miramos y nos felicitamos brevemente”, apuntaba Aldrin.
Astronautas en un entrenamiento | NASA
Entre las tareas que tenían los astronautas una vez sobre la Luna estaban la de recoger muestras del suelo lunar, colocar la bandera de Estados Unidos, dejar unas cintas con mensajes grabados y poner una placa en la que se leía: “Vinimos en paz, en nombre de toda la humanidad”. Esos movimientos, ese alunizaje del Apolo 11 hizo que medio mundo enmudeciera. Cincuenta años después, quienes fueron testigos o escucharon aquel día la retransmisión de los primeros pasos en la Luna recuerdan perfectamente dónde estaban en ese momento. Las calles de todo el mundo quedaron desiertas y la gente se congregó en torno a pantallas y transistores.
El Apollo 11 despegó de Florida el 16 de julio. Cinco días antes, en las radios y televisiones no dejaba de sonar los acordes de “Space Oddity”. Esta canción de David Bowie vio la luz unos días antes de ese hito histórico. Traducida como “Rareza espacial”, narra una misión espacial fallida inspirada en la película de Kubrick “Odisea en el espacio”. Aun así, este tema fue relacionado siempre con el Apolo 11 y para muchos, su estribillo es una invitación a un viaje espacial.
Apolo | NASA
Tras aquel julio de 1969, seis misiones más -de las cuales todas tuvieron éxito menos el Apolo 13- llegaron a la Luna y en 1972, solo tres años después, se dio por concluido el programa Apolo. A pesar del interés científico y tecnológico, EE UU dejó de invertir tantos esfuerzos en su relación con la Luna. La misión real del Apolo -el llegar antes que los soviéticos, la victoria política y propagandística-, ya había sido cumplida. Hasta hoy, que una nueva y ambiciosa misión a nuestro satélite ya está en marcha.