La sonda espacial Parker, cuya misión es acercarse al Sol más que ninguna otra antes y estudiar las características de la corona del astro rey, ha despegado a las 3.31 horas de la madrugada de este domingo (9.31 horas en España) desde Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos), después de tres intentos previos que tuvieron que ser suspendidos.
Según ha anunciado la NASA, la sonda tendrá que afrontar el calor extremo al acercarse al Sol para estudiar sus características así como las condiciones de los vientos solares.
La sonda solar Parker es una nave espacial del tamaño de un coche pequeño que realizará una misión cuya duración prevista es de siete años, en los que llegará a la corona solar, a 6,1 millones de kilómetros de distancia de la superficie solar, es decir, siete veces más cerca que la distancia a la que ha llegado cualquier otra nave anterior.
La NASA espera que los hallazgos y conclusiones que se extraigan de esta misión permitirán a científicos y meteorólogos pronosticar cambios en el medio ambiente espacial de la Tierra. El proyecto tiene un presupuesto de 1.500 millones de dólares (1.314 millones de euros) es la mayor misión que se realiza bajo el Programa 'NASA's Living With a Star'.
La sonda fue bautizada en honor del astrofísico solar americano Newman Parker, tendrá que soportar calor extremo y condiciones de radiación de la corona del Sol, la parte de la atmósfera del astro rey que es 300 veces más caliente que la superficie de la estrella.
En concreto, ha sido diseñado para mantener todos sus componentes e instrumentos en 29 grados centígrados incluso si la nave espacial alcanza temperaturas de 1.370 grados centígrados en su punto más cercano al sol, para lo que la nave va protegida con un escudo de carbono de 12 centímetros de espesor. La corona solar lanza plasmas, partículas energéticas y puede liberar tormentas geomagnéticas espaciales que pueden llegar hasta la Tierra y llegar a provocar fallos en la red eléctrica.
El lanzamiento comenzó a las 3.30 horas en Cabo Cañaveral, después de que durante los cuatro últimos minutos de la cuenta atrás el propulsor o cohete de lanzamiento Delta IV confirmó la potencia interna y los gestores del lanzamiento pudieron finalmente hacer las comprobaciones de su estatus.
Finalmente, el despegue se produjo a las 3.31 horas en unas condiciones meteorológicas para el lanzamiento que eran favorables al 95 por ciento.