Logran imprimir piel en 3D con la que podrán investigar enfermedades cutáneas relacionadas con el sistema nervioso

Un equipo de científicos del Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE) de la Universidad Miguel Hernández (UMH), está trabajando en el desarrollo de un tipo de piel humana que se imprime a través de una impresora 3D para poder entender las causas de diversas patologías que afectan al sistema nervioso sensorial, pero que tienen manifestaciones cutáneas.

Asia Fernández, catedrática del Área de Biología Molecular y Celular de la UMH e investigadora del IDiBE, ha expuesto que hasta el momento se había utilizado piel obtenida de la bioimpresión para poder tratar quemaduras de gran tamaño, pero que no tenía incluido el sistema sensorial, según han explicado los académicos en un comunicado.

Con este proyecto se logra conectar el órgano de la piel y el sistema nervioso para así poder llegar a entender los procesos moleculares que causan patologías sensoriales. Se trata de unir el sistema nervioso - sensorial con la piel, o lo que es lo mismo "conectar e inervar esta piel con el fin de dar a la piel capacidad sensorial".

"Podría ser muy útil no solo para comprender los mecanismos moleculares de patologías dermatológicas, sino también para estudiar la toxicidad de determinados compuestos de fármacos e incluso de cosméticos para ver que no producen irritaciones ni altera la piel", ha declarado Fernández.

Con este descubrimiento, se podrán descubrir nuevos fármacos para tratar enfermedades tales como la psoriasis o el prurito. Según ha descubierto el equipo del IDiBE de la UMH, estas enfermedades se originan en el sistema nervioso periférico, que es el que contiene los nervios de la piel.

Por el momento, las extracciones de células de la piel se están realizando de muestras humanas que se han obtenido a través de cirugías y que permiten conseguir una cantidad suficiente para poder imprimir la piel. El objetivo que se plantea ahora es el de inervar la piel impresa con neurona sensoriales que se obtienen a través de la transdiferenciación (cambios del destino de una célula) de fibroblastos (un tipo de células que contribuye en la formación de tejido conectivo). El uso de la piel impresa ayudaría a reducir la experimentación en animales y la creación de un sistema muy similar al del ser humano.

"Los resultados obtenidos con este sistema de estudio serían más fácilmente trasladables a la clínica y reduciría la tasa de fracaso que encontramos cuando intentamos extrapolar los resultados obtenidos en animales en el ser humano", ha concluido Hernández.

El 'cometa del siglo' vuelve a verse por última vez en nuestra vida: ¿Cómo, cuándo y hacia dónde mirar?