A medida que la Tierra se calienta hay menos hielo. Y a medida que hay menos hielo, la Tierra se calienta aún más. Hemos conversado con Miguel Ángel de Pablo, un investigador español que nos explica lo qué está pasando desde la base española Juan Carlos I que está en la Antártida.
Miguel Ángel está estudiando los suelos congelados en la Antártida, donde ya ha realizado nueve campañas de campo y ha dirigido varios proyectos de investigación relacionados con los procesos periglaciares y el cambio climático. "El aumento de temperaturas modificará la dinámica natural que tenia la Tierra hasta ahora y esto va a llevar a que los procesos dinámicos atmosféricos sean más extremos. Por ejemplo, en sitios donde no llovía tanto comienza a llover y las temperaturas se vuelven más extremas", señala.
El investigador español estudia de primera mano los efectos que tienen sobre los suelos congelados la cubierta de nieve que se viene registrando en esta región Antártida en los últimos años. "Esperábamos que con los cambios de temperatura el suelo congelado se fuera reduciendo cada vez más y lo que hemos observado es que aumenta la cantidad de nieve cada verano antártico que venimos y eso parece contradictorio", explica.
Para los investigadores esto se produce porque hay más calentamiento en la atmósfera, más evaporación de los océanos, más nubosidad, más precipitaciones y, por eso, tenemos más nieve y no más hielo. Y eso hace que el suelo se mantenga congelado aunque su temperatura sea menos fría.
Advierte que, aunque algunas cosas nos indican que no hay calentamiento global, hay otros factores que no tomamos en cuenta todavía pero que nos indican que sí esta ocurriendo.