La inusitada fecundidad de los leones que viven en los dos principales zoológicos de Cuba, con más de 500 nacimientos desde finales de los años 80, ha obligado a sus responsables a poner en marcha medidas de "planificación familiar" para controlar la prolífica reproducción de estos felinos. El Zoológico de La Habana y el Parque Zoológico Nacional, a las afueras de la ciudad, suman en la actualidad 45 ejemplares de león africano, 17 de ellos machos, lo que supone ya de por sí un elevado número respecto a otros centros de este tipo en el mundo.
"El factor fundamental es lograr la formación de una manada bien estructurada. Después, ellos solos se seleccionan. Lo más sabio es dejar que la naturaleza actúe sola", explicó la bióloga y directora de Bienestar Animal de la Empresa Cubana de Zoológicos, Yamilet Rodríguez. Pero en Cuba la sabia actuación de la naturaleza combinada con lo bien que les sentaron a los felinos los aires del Caribe resultó en un "baby boom" ante el que los responsables de los zoológicos tuvieron que actuar.
"Probamos de todo", relató Rodríguez. Primero se decidió implantar a las hembras anticonceptivos subcutáneos de tipo hormonal, pero el método tuvo que descartarse porque, acabado el tratamiento y una vez retirado el dispositivo, las hembras no lograban volver a concebir. Finalmente se optó por no tocar a las leonas y actuar sobre los machos mediante vasectomías, que no castraciones: "De este modo no pueden fecundar pero sí montan a las hembras", señaló la bióloga. Además, con este método los machos mantienen su característica melena.
Una parte de los leones que viven en Cuba en la actualidad forma parte de una gran donación de 144 animales de 24 especies que realizó Namibia a la isla hace dos años, aunque hay otros que descienden de ejemplares regalados por Tanzania al entonces presidente cubano Fidel Castro en la década de los setenta. A finales de los años 80 se creó el "foso de los leones" y desde entonces se han producido "más de 550 nacimientos", comenta Rodríguez.
La aplicación de métodos de control de la natalidad no significa que los leones dejen de reproducirse: los zoos cubanos llevan a cabo una reproducción planificada, y se intenta que sean varias las leonas preñadas en un mismo periodo para evitar conflictos en la manada.
Las leonas suelen tener de media entre dos y tres crías por camada, pero como no podía ser de otra manera, en Cuba también se rompió esa estadística cuando, hace unos seis años, una leona de nombre Mariana "parió ocho crías", aseguró la experta bióloga. Y aunque los leones hayan protagonizado tan notables resultados de procreación, los zoológicos habaneros han logrado unas importantes cifras de reproducción en cautividad del resto de las especies con las que cuentan.
El 80 % de los animales donados por Namibia -que llegaron en dos vuelos transatlánticos bautizados como "El arca de Noé"- se está reproduciendo y desde entonces ya ha habido 160 nacimientos, mientras que otras especies, como las hienas pardas, aún están en proceso de adaptación.
El de natalidad en leones no es el único récord del que pueden presumir estos zoológicos cubanos: también albergan la manada de cebras más grande del mundo fuera de su hábitat, con más de cien ejemplares de dos razas diferentes. Lo mismo ocurre con la colección de rinocerontes blancos, una de las especies más amenazadas del planeta y de los que La Habana cuenta con once ejemplares perfectamente adaptados.
A excepción de los leones, que cuentan por razones "gastronómicamente" obvias con una zona propia, la mayor parte de los animales africanos presentes en estas instalaciones viven en la "pradera africana" del Parque Zoológico Nacional. Sus 42 hectáreas de extensión reproducen con fidelidad el hábitat original de los animales y son "el mayor orgullo" de las instalaciones, además de cosechar elogios por parte de expertos llegados de África, según dijo personal responsable del Parque Zoológico Nacional.
En este área cohabitan diez especies: junto a las cebras y rinocerontes blancos están las elefantas Ada y Adalis, jirafas, gacelas, hipopótamos anfibios, avestruces y búfalos africanos. Los dos zoológicos habaneros han sido los primeros en integrarse en la Empresa Cubana de Zoológicos, a la que las autoridades esperan incorporar en los próximos dos años a todas las instalaciones de este tipo que existen en la isla, con el fin de mejorar el bienestar animal y promover la educación ambiental.