El multimillonario ruso Yuri Milner ha decidido donar 100 millones de dólares (92 millones de euros) al proyecto SETI para un ambicioso proyecto de diez años que pretende interceptar las buscadas señales de inteligencia extraterrestre. La iniciativa, denominada 'Breaktrough Listen', supondrá que radiotelescopios en Green Bank, en Virginia Occidental (EEUU); el Observatorio Parkes en Australia, y el telescopio óptico del Observatorio Lick en California, explorarán en torno a un millón de estrellas en la Vía Láctea y un centenar de galaxias cercanas.
Milner también está lanzando una carta abierta para buscar respaldos a esta búsqueda intensificada; que ha sido firmada por numerosos científicos, incluyendo el físico Stephen Hawking. "En un universo infinito, tiene que haber otra vida. No hay pregunta más importante. Es el momento de comprometerse a encontrar la respuesta", dijo Hawking en la presentación del proyecto. "Solemos conseguir de 24-36 horas en un telescopio por año, pero ahora vamos a tener miles de horas por año en los mejores instrumentos", ha explicado uno de los líderes del proyecto, Andrew Siemion, un científico de SETI en la Universidad de California, Berkeley. A su juicio, se trata de una "revolución ".
Los proyectos de SETI tradicionalmente buscan señales de radio u ópticas que parecen ser de una fuente artificial, por ejemplo, que se centran en la frecuencia y repiten de una manera regular. Pero la financiación ha sido irregular: a principios de 1990, la NASA patrocinó algunas búsquedas, pero el proyecto fue abandonado en 1993. "En los últimos años, el apoyo total a SETI ha sido de solo medio millón de dólares, principalmente en los Estados Unidos, y todos de donaciones privadas", ha apuntado Frank Drake, uno de los pioneros de SETI.
Milner hizo su fortuna a través de inversiones en Facebook y otras empresas de Internet, y en 2012 estableció los lucrativos premios 'Breakthrough' para premiar la excelencia en las ciencias de la vida, la física fundamental y las matemáticas. Graduado en física de partículas, bromea que su interés por SETI se inició en 1961, el año de su nacimiento; ya que recibió su nombre en honor al cosmonauta ruso Yuri Gagarin, que ese año se convirtió en el primer astronauta del mundo, lo que le inculcó una fascinación de por vida con el espacio y la posibilidad de vida extraterrestre.