Un estudio del Centro Nacional de Información Biotecnológica de Canadá ha revelado los beneficios de comerse los mocos, ya que éstos ejercen una defensa contra la infección respiratoria, las úlceras del estómago y el VIH.
Asimismo, el estudio indica que los mocos tienen mucinas salivales que forman una barrera contra las bacterias en los dientes, previniendo las caries.
En el diario Kidspot, el profesor Friedrich Bischinger sostiene esta teoría y asegura que las personas que se comen sus mocos son más sanas y felices.