La NASA ha confirmado que hay agua en laLuna. Los dos estudios publicados hoy en Nature Astronomy señalan que la "detección inequívoca" de agua en la Luna y que además hay unos 40.000 metros cuadrados de su superficie, de los que un 40 % están en el sur, tiene la capacidad de retener agua en las llamadas trampas frías.
Los primeros indicios se detectaron hace dos años, cuando se detectó signos de hidratación en la superficie lunar, particularmente alrededor del polo Sur, pero no se podría diferenciar no podía diferenciar si se trataba de agua molecular (H2O) o de hidroxiles (radicales llamados OH). Los datos de esta ubicación revelan agua en concentraciones de 100 a 412 partes por millón, aproximadamente equivalente a una botella de agua de un tercio de litro, atrapada en un metro cúbico de suelo esparcido por la superficie lunar.
Esta vez, los datos fueron tomados del cráter Clavius, cerca del polo Sur, que fue observado por SOFIA en una longitud de onda de seis micras, a la que el agua molecular produce una firma espectral única. Las observaciones previas, a una longitud de tres micras, señalaban indicios de agua, que "todavía dejaban abierta una explicación alternativa", pero los nuevos datos "no tienen otra explicación que la presencia de agua molecular", dice a Efe Ignasi Ribas, astrofísico del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) y del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC.
¿Y ahora qué?
En términos reales, esa cantidad de agua es muy poca. A modo de comparación, el desierto del Sahara tiene 100 veces la cantidad de agua detectada. No obstante, el descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre cómo se crea el agua y cómo persiste en la dura superficie lunar sin aire.
Queda por determinar si el agua que SOFIA encontró es fácilmente accesible para su uso como recurso, lo que será objetivo principal del Programa Artemisa de regreso a la Luna de la NASA. Los resultados de SOFIA se basan en años de investigaciones previas que examinan la presencia de agua en la Luna.