La NASA ha confirmado que la nave espacial Voyager-1 ha abandonado el Sistema Solar, después de casi 36 años en el espacio. La misión, que fue enviada y diseñada para estudiar los planetas exteriores, ha entrado en la zona fuera del alcance del Sol, fuera de la heliosfera, y se calcula que está a más de 18.000 millones de kilómetros de la Tierra.
La agencia espacial estadounidense ha indicado que los expertos notaron un cambio repentino en los niveles de radiación medidos por la nave el pasado 25 de agosto de 2012, lo que les llevó a pensar que la nave ya no estaba en la heliosfera.
Concretamente, detectaron que los rayos cósmicos anómalos --los atrapados en la heliosfera exterior-- estaban casi desaparecido y, al mismo tiempo, los rayos cósmicos galácticos --la radiación desde el exterior del sistema solar-- se disparó a niveles no vistos desde el lanzamiento de la nave.
Ahora, en un artículo que se publicará en 'Geophysical Research', los científicos aseguran que Voyager-1 está camino a una estrella llamada 'AC 793.888', aunque no se acercará a ella hasta dentro de 40.000 años. De hecho, la NASA aún no sabe si la sonda se encuentra en el espacio interestelar o está surcando alguna zona inexplorada del Universo. "De momento, todo lo que está midiendo es nuevo y emocionante", ha indicado uno de los responsables de esta misión, Bill Webber.