Nave Osiris
La nave Osiris-Rex regresa a la Tierra con muestras del asteroide Bennu
Tras 5 años de viaje espacial la nave vuelve a la Tierra. En su interior lleva 60 gramos del asteroide Bennu. Una muestra que podría ayudar a entender el origen de nuestro planeta.
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Es una historia espacial. La nave Osiris-Rex ha iniciado el regreso a la Tierra después de una maniobra histórica. Lleva dentro muestras del asteroide Bennu con un valor incalculable, restos de rocas con posible información sobre el origen y la formación de nuestro planeta. La nave Osiris-Rex inicia así su entrada a la Tierra.
Muestra de un asteroide
La nave Osiris-Rex regresa con 60 gramos de la masa del asteroide Bennu. La alegría está justificada. Han sido 5 años de viaje para conseguir su objetivo. La nave Osiris-Rex ya está de vuelta a la Tierra. La muestra que trae en su interior es clave para desvelar la formación de los océanos y el Sistema Solar.
Las muestras del asteroide pueden dar pistas sobre la formación y el origen de la Tierra. La nave Osiris-Rex sigue los pasos cósmicos de la nave japonesa Hayabusa 2, que recientemente recogió una muestra del asteroide Ryugu y lo transportó a la Tierra.
La NASA ha compartido un mensaje explicando la misión de Osiris. "Hemos estudiado a Bennu desde la órbita y ahora nos estamos preparando para profundizar, literalmente. Una muestra de esta roca primordial se encuentra ahora camino a la Tierra, donde la analizaremos para conocer los orígenes de nuestro sistema solar y la vida en la Tierra".
El camino de regreso a la Tierra para la nave Osiris-Rex no es una línea recta. Para llegar a casa y entrar en órbita alrededor de la Tierra, la cápsula donde viaja la muestra entrará en la atmósfera, la nave Osiris-Rex terminará dando vueltas alrededor del sol y viajará a 2.300 millones de kilómetros.
La muestra que ahora transporta la nave Osiris-Rex desde el espacio profundo al desierto de Utah es el recuerdo espacial más grande recogido por una misión de la NASA. Solo una pequeña parte de la muestra se utilizará en la investigación y se enviarán a laboratorios de todo el mundo, pero el 75% se reservará para que los científicos del futuro lo estudien utilizando nuevas tecnologías que ni siquiera existen todavía.
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