¿Por qué hay personas que atraen más a los mosquitos que otras? Esta es la explicación científica

En verano, las picaduras de mosquito se convierten en una pesadilla para muchas personas. Algunas de ellas, son auténticos imanes para estos insectos. Pero, ¿por qué pican más a unas personas que a otras? La teoría más común afirma que estos bichos pican más o menos en función del sabor de la sangre de cada individuo. Sin embargo, la explicación científica está en que no todas las pieles atraen por igual.

El olor de la piel

Al respirar los humanos soltamos dióxido de carbono (CO2), ese olor es irresistible para estos insectos. De hecho cuanto más olor más picotazo.

Un estudio reciente publicado en Current Biology, puso a prueba el comportamiento de los mosquitos Anopheles gambia, portadores de malaria. Para ello, hicieron dormir a varios voluntarios en tiendas especiales alrededor de una zona del tamaño de una pista de patinaje. Extrajeron el aire que emitía cada uno y después se liberó a los mosquitos durante la noche. La observación de su comportamiento reveló que ciertos olores les resultan irresistibles.

Estos son, por ejemplo, determinados ácidos carboxílicos como el ácido butírico, producido en su mayor parte por bacterias que viven en la piel y con el aroma característico del queso curado, que no percibimos a menos que la cantidad de moléculas sea muy elevada.

La actividad física

Somos mejores presas después de realizar actividad física. El sudor que generamos nos hace ser el blanco perfecto de estos bichos. El sudor aumenta el número de sustancias que emitimos, la piel se calienta y el ácido láctico nos vuelve más sabrosos para estos insectos.

Así, la elección de la víctima también depende de la temperatura: las personas que tienen más capilares superficiales o la piel clara están más calientes y, por tanto, son más atractivos.

El consumo de alcohol

El consumo de alcohol emite más acetona, etanol y metanol a través del sudor. Además, el alcohol eleva la temperatura corporal, uno de los factores que cautiva la atención de los mosquitos, y al mismo tiempo contiene unos compuestos químicos que los insectos pueden oler desde muchos metros de distancia.

Consejos para defenderse de manera eficaz

Existen una serie de medidas de prevención ante las posibles picaduras de mosquito.

Los expertos recomiendan hacer uso de repelentes o pulseras anti-mosquito con insecticida. Federico Giovanni Gobbi, director del Departamento de Enfermedades Infecciosas, Tropicales y Microbiológicas del Irccs de Negrar explica que "los que son más eficaces se identifican como productos médico-quirúrgicos, con el nombre del principio activo y su concentración" y "desprenden un olor que molesta al mosquito o lo irrita".

Es importante saber utilizar este tipo de productos de forma adecuada. "Los repelentes cutáneos no hacen daño si se usan de la forma y en los momentos indicados en la etiqueta. Siempre hay que evitar aplicarlos sobre la piel irritada, cortes y abrasiones", añade Gobbi.

"Sin embargo, ningún repelente es infalible", afirma el experto. "Todos pierden su eficacia con el tiempo e interactúan con los olores de la piel, por lo que pueden funcionar peor en algunas personas", especifica.

Por otra parte, instalar mosquiteras en las ventanas y puertas de la casa puede prevenir las picaduras de estos insectos. En el caso de los más pequeños, "es mejor utilizar sólo mosquiteras y usar repelentes con bajas concentraciones. Además de evitar los sprays, que son peligrosos cerca de la cara", aclara Gobbi.

Remedios contra las picaduras

Si ya has sido víctima de su picadura, lo único que queda es buscar remedios y soluciones contra las molestias y la incomodidad del picor.

Ante la inflamación y enrojecimiento de la zona afectada, se puede aplicar una pasta de agua y bicarbonato sódico o utilizar un gel astringente a base de cloruro de aluminio. El hielo reduce la inflamación y el picor, un poco de alcohol también puede servir; mientras que el amoníaco debe evitarse por ser irritante.

Deben evitarse también los corticoides o antihistamínicos sin prescripción médica. Los primeros empiezan a actuar al cabo de un tiempo, cuando la reacción inflamatoria inicial ya ha remitido. Por su parte, los antihistamínicos tienen poca acción local y pueden provocar manchas si la persona se expone al sol.

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