El año pasado, SpaceX, empresa aeroespacial propiedad de Elon Musk, puso en órbita cientos de pequeños satélites que proporcionan señal de Internet como parte de su proyecto Starlink. Si se hace un balance hasta junio de 2020, SpaceX a puesto en en el espacio 540 aparatos.
La promesa de una conexión vía satélite, rápida y accesible desde cualquier parte del mundo parece algo prometedor pero como publica el medio Futurism, no todo el mundo está contento. Resulta que esos pequeños satélites que llevan la firma de Musk son mucho más brillantes de lo que nadie esperaba, y esas son malas noticias para los astrónomos.
Un brillo que deslumbra
En los últimos meses, han surgido innumerables informes y mensajes de astrónomos que trasmiten su frustración ante los cientos de satélites de Elon Musk que han arruinado sus observaciones. El brillo de satélites Starlink deslumbran e impiden realizar las observaciones con normalidad. Un ejemplo ha sido la observación del cometa Neowise. La red se llenaba de mensajes avisando de los destellos de los satélites de Musk que impedían seguir con claridad el recorrido del cometa.
Avisaba del gran problema el astrofotógrafo Daniel López, al observar el cometa Neowise, "completamente fotografiadas por los satélites Starlink de Elon Musk", indicaba en un tweet el astrónomo del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial Julien Girard.
"Si hay muchos objetos brillantes en movimiento en el cielo, complica enormemente nuestro trabajo", comentó en noviembre James Lowenthal, astrónomo de Smith College, al medio New York Times. "Potencialmente amenaza la ciencia de la astronomía en sí misma".
Lo que veo es un ovni
Como indica el medio Futurism, los satélites de Elon Musk son tan brillantes, de hecho, que algunos son visibles a simple vista. Algunos espectadores siguen confundiéndolos con los ovnis. El brillo se debe, según los expertos, porque los satélites Starlink orbitan la Tierra a una distancia mucho más cercana que otros satélites.
Según ha comunicado SpaceX los aparatos son brillantes desde el principio porque siguen escalando en órbita después del lanzamiento, y poco a poco, los pequeños satélites se volverán más tenues en unos meses.
Distintas soluciones
La compañía de Elon Musk afirma que trabaja en diferentes soluciones. Una es usar pintura antireflectante en la parte inferior de cada satélite pero parece que esta se ha descartado. Otra medida
es lanzar satélites con un sistema llamado "VisorSat", para evitar que la luz del sol golpee las reflectantes de cada aparato.
El último lote de satélites Starlink de la compañía de Elon Musk, que se lanzó en junio ya incluía este parasol. Todavía no está claro si la solución funciona y logra evitar el brillo "cegador" que impide las observaciones de los astrónomos y contamina de luz la órbita de la Tierra. El próximo lanzamiento está previsto para el 29 de julio. SpaceX tiene permiso para lanzar en los próximos años decenas de miles de satélites Starlink para dar cobertura mundial de Internet.